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Sábado por la noche y me encontraba tirada en el sofá, escuchaba de fondo el sonido de la lavadora haciendo su trabajo, el volumen del televisor estaba muteado ya que, prefería tenerlo en silencio que apagado.
Esta noche no se encontraba Jessey, mi compañero de piso y aspirante a enfermero. Por lo que podía estar aun más horas en el sofá descansando como un perro que acabó de llegar del paseo matutino.

Tres fueron los golpes que se escucharon en la puerta principal para que luego sonara el timbre de la entrada

─ Detective Tomson ¿Está allí? ─Una voz familiar se pudo escuchar a través de la puerta.

Solté un gruñido antes de levantarme con mala gana, sin duda no debía ni pensar en esto del descanso y mi paz por que perjudicaba mi propia tranquilidad, que suerte la mía.
Al abrir la puerta pude ver a Connor de otro lado estando bastante serio, cuando me vio soltó una sonrisa muy amigable...

─ Que suerte encontrarla en casa, pensaba que no estaba o algo por el estilo.

─¿Por qué? No sabías que hoy tenía libre?

─ Claro que lo sabía, pero hace aproximadamente una hora y doce minutos me llegó un informe de un nuevo caso, intenté contactar con Hank pero desapareció.

─ ¿Buscaste en todos los lugares donde suele caer en coma etílico?  ─Opiné mientras me apoyaba en el marco de la puerta con los brazos cruzados.

─ En todos y cada uno de ellos, llegué a pensar que estaba aquí contigo ─Mencionó el androide mientras acomodaba las mangas de su americana.

─ En lo absoluto, el nunca viene a este lugar ─Levanté los hombros mientras le miraba tranquilamente, deseando que expresase algún gesto que, nunca llegó─ Pero creo saber donde está. 

─ Entonces, guié me Detective.

Solté un gran y profundo suspiro mientras me levantaba del marco, yendo a mi cuarto me detuve y le ordené a Connor.

─ Siéntate en el sofá, no tardo mucho.

Después de decir eso caminé hacia mi habitación para poder calzarme unas botas y una chaqueta, aun teniendo un pantalón de pijama azul puesto. No iba a vestirme de gala para una cosa de menos de dos horas.
Mientras me cambiaba no podía dejar de sentir una preocupación al tener un androide en casa, por lo que al salir de la habitación intente ir a la sala en silencio para ver observarle.

─ Detective... Usted si que comparte los mismos gustos musicales que el Teniente Anderson ─Dijo él mientras se giraba a mi dirección con un cd de los 2000s en manos, me asusté un poco al ver que se había percatado de mi presencia.

─ Ah, sí... ─Intenté aclarar mi garganta de forma disimulada─ Desde que lo conocí, el me llevo a conocer estas ramas de los géneros musicales...

─ Parecéis padre e hija ─Dejó aquel cd de música a un lado y se acerco considerablemente─ ¿Ya está?

─ Si, si... Vamos de una ves.

Saliendo del edificio pude notar el cambio de temperatura fuerte, en mi piso se sentía un poco abrigado pero afuera era insoportable, con tan solo mi respiración podía provocar "humo" blanco.
Saqué las llaves de mi auto y lo encendí en seguida, el androide se subió al auto y se mantuvo quieto, parecía un niño pequeño cuando le reñías por algo y se mantenía super tranquilo y quieto.

─ ¿No eres capaz de sentir el frió que está haciendo? ─Comenté amablemente mientras me subía al coche.

─En lo absoluto, hay modelos que están diseñados para simular las reacciones al estar al contacto de los climas pero lastimosamente no soy uno de ellos.

─ Es más complejo de lo que pensé...

Massive ĒRř0r  ─  Detroit: Become HumanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora