CAPÍTULO 40 FINAL❤

1.9K 104 25
                                    


¿CUÁNDO DEJÉ DE ODIARTE?

Por una alfombra brillante rodaba la larga cola de un sencillo pero hermoso vestido blanco de novia, la mujer de ojos verdes con sutiles brillos de sueños por cumplir, lucía perfecta, caminaba feliz y sonriente al a comedido son de la marcha nupcial, una rubia llena de orgullo iba junto a ella, madre e hija hacia el altar no era una forma convencional, pero siendo realistas, ellas siempre marcaban diferencia y rompían una y otra vez los moldes.

A un hombre que el trayecto de la alfombra le parecía eterno, las ansías lo estaban carcomiendo, la emoción en ese momento resultaba ser inmensurable. Esperaba ansioso por tenerla ahí, cerca de su cuerpo, cerca del altar...Simplemente tenerla cerca.

Una hacienda que se había trasformado en un total lugar de ensueño, luces por todos lados, flores, globos, cortinas, mucha gente sonriendo, un altar y ahora dos seres que estaban a escasos minutos de presentar delante del ser supremo su amor, a escasos minutos de jurar ante Dios amarse y mantenerse fiel para el resto de sus vidas.

Arrodillados frente al altar, con un lazo rodeandoles indicando eternidad juntos y un hombre de Dios, sonreían con el corazón latiendo fuerte en su pecho, sintiendo la sangre circular con fiereza por sus venas...En ese momento, llegó la parte más importante: Los votos matrimoniales.

Ahora estaban de frente, se tomaron ciertos segundos para meditar y sentir todo a flor de piel, se escuchaba a lo lejos pájaros, el sonido de la naturaleza que los rodeaba lograba transmitirles mucha paz, el sol empezaba a decaer dando paso a un atardecer maravilloso y el viento era como una caricia en sus rostros.

Él tomo aire, amplió su sonrisa, y más que a su mente, dejó hablar a su corazón:

  -No fue fácil conquistar ese corazoncito tuyo. -Dijo sonriendo y sintiendo como casi al instante sus nervios y temores se alejaban. La dueña de sus sueños que lo miraba atenta sonrió apenada al escuchar esas palabras- Y agradezco con mi vida que me hayas dejado entrar en el. Contigo aprendí lo que es realmente el amor, tú me enseñaste a volver a creer, a sentir, a vivir. Este es un día que quedará para siempre grabado en mi mente porque no siento ningún temor de gritar ante Dios y ante todos los presentes. ¡Que te amo y seré tuyo hasta el fin de mis días! -Gritó fuerte y aparte de las sonrisas por su espontanea actitud también logró provocar lágrimas de felicidad en ella. Escucharlo hablar con tanto amor y ver en sus ojos sinceridad sintió una alegría que no entendía como podía caber en su cuerpo.

Ella emocionada movió sus labios indicando un te amo, y él sonrió de vuelta.

Bajo las indicaciones del cura procedió a colocar la alianza en el dedo de su mujer, al tomar su mano sintió un gran alivio...No solo él estaba temblando! ❤

La morena de ojos aceituna sabía que era su turno, era hora de decirle una vez más lo mucho que lo amaba y que lo haría para el resto de su vida. Lo miró de manera profunda, tomó aire como quien toma la inspiración y comenzó:

  - ¿Sabes? Cuando me tomas de las manos me das tanta seguridad, me haces sentir protegida y mejor aún, amada. Dices que te enseñé lo que es el amor, pero siento que yo aprendí a amar a tu lado, fue cuando te conocí que supe el significado de amor verdadero. Y sé que es ese el que sentimos tú y yo. Un amor que nunca dejó de intentarlo una vez más y que hasta hoy sigue luchando, un amor que va más allá de la carne ... Ese amor que me brindas tú. Como no querer ser tuya el resto de mi vida, como no querer pertenecerte para siempre? Soy tuya...Simplemente y para siempre tuya.

Y quien dijo que "los hombres no lloran"? No hay nada más hermoso que entregarse a los sentimientos. Federico como pocas veces en su vida se permitió dejar brotar unas lágrimas y ella supo que al igual que ella, él también había abierto su corazón.

¿Cuándo Dejé De Odiarte?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora