¿Cuándo Dejé De Odiarte?

CAPÍTULO 22

¿CÚANDO DEJÉ DE ODIARTE?

Después de ese explosivo momento en el living  decidieron descansar un poco en su recamara, ya que igual no podrían salir por lo visto en todo el día; la tormenta nada que cesaba y ya era tarde, estaban acostados en la posición más común para ellos: Uno en brazos del otro cobijados entre las sábanas.

  - Tengo sueño -le dijo ella pasando una mano por sus ojos.

  - Duerme. - Besando su cabeza.

  - Abrazame, me siento segura cuando me rodean tus brazos. -Acariciaba su pecho en forma amorosa.

  - No era necesario que lo dijeras mi vida, ya lo iba hacer. -Y así fue, los brazos de él la rodearon dejándola casi encima de él. -Así esta bien?

  - Perfecto -Se acurruco más a él, y entre una que otra palabra durmieron plácidamente.

El lugar perfecto para nosotros, siempre serán los brazos de la persona que te ama; allí encuentras reposo y seguridad, muchas veces buscamos en tantas partes lo que sencillamente encontramos al lado de la persona que amamos.

La vida de Cristina y Federico marchaba excelente, y todo se veía aparentemente tranquilo, aunque lo más cercano a la tranquilidad es una tormenta vecina, ellos disfrutaban del idilio de su amor, pero la envidia y sed de venganza los acechaba.

      *****En algún lugar*****

  - Ya ves, como te dije,está con Cristina.

  - Sí,  ya sé, la muy estúpida se caso con él.

  - Ahora si no hay nada que hacer Deborah.

  - Eres tonta o te haces -tronando sus dedos.

  - Pero no te molestes, solo digo que si no lo lograste atar cuando estaba soltero menos ahora que está casado.

  - Claro que puedo; para eso existen los divorcios, y eso es lo que voy a ocasionar, luego que ya esté despechado vendrá a mi. -Una sonrisa maliciosa se reflejo en ella, la maldad habitaba en su corazón.

  - Que piensas hacer para logras todo eso? -De forma insegura.

  - Ya veras Raquela; ya lo verás. -Sonriendo gloriosa.

Raquela era la mejor amiga de Deborah, bueno en realidad Deborah solo la llamaba cuando necesitaba hablar con alguien ya que no tenia amigos por su vaga forma de andar, Raquela no la ayudaba en sus planes y andares locos pero tampoco se oponía, no conocía a Cristina pero sabía del profundo odio que Deborah  le guardaba por algo del pasado aunque no sabia con certeza que era en realidad lo que tenia ella en contra de Cristina, lo único que con seguridad sabía era lo mala que podría llegar a ser su "amiga"

          *****El Platanal*****

  -Vicenta, me preocupa que Cristina no me haya llamado, suele hablarme todos los días. -Decía la rubia tomándose el té que Vicente le había llevado.

  - No se preocupe Seño seguro está descansando, este clima esta para dormir -Le respondió para despreocuparla con el ánimo que la caracterizaba.

  - O quizá este haciendo a mi nietecito. -Riendo y sin pena alguna por su comentario

  - Ay que cosas dice señora -Riendo a carcajadas con su patrona.

Tal vez no estuviesen muy lejos de lo que el destino ya tenía hecho.

*****Hacienda Ojo de Agua*****

Los tórtolos se despertaron ya tarde, improvisaron algo de cena, de lo que Cristina no comió casi nada ya que se sentía mal, y luego se dispusieron a ver una película, esta vez si fue a ver películas, no querían basar su relación en meramente sexo, así que se vieron la película que crímenes se trataba, abrazados como siempre, Cristina andaba bastante indispuesta, así que Federico pasaba "apechichandola" a cada hora.

  -Nada que te sientes mejor? -Le pregunto viéndola fatigada.

  -No, no te preocupes no es nada grave,quizá algo me sentó mal.

  -No te ves muy bien -Preocupado,descuidando la película que ya estaba para acabar.

  - Estoy fea? -Queriendo desviar el tema.

  - No te hagas la chistosa mi amor, de verdad me tienes preocupado.

  - Tranquilo, estoy bien.

  - Pero...

  - Pero nada... -colocó un dedo en sus labios- Más  bien lo que quiero es dormir.

  - Dormilona.

  - Últimamente paso con sueño -Bostezando.

  - Vamos a la cama.

  - Ya vas a empezar con tus propuestas indecentes.

  - Ay no, mal pensado digo que vayamos acostarnos.

  - Peor aún, malvada! -riendo.

  - Ahs, contigo no se puede, señor imposible, ya vamos a la alcoba.

  - Vamos.

Luego de que Federico apagara la TV ella intento levantarse pero se tambaleó en mareo, Federico estaba a su lado y logró sostenerla.

  - Que te pasa Cristina? -En verdad ya estaba preocupado.

  - No sé; sentí mareo, así que voy yo a saber que tengo.

  - Mañana iremos al medico -Su voz sonó con más carácter del que quizo.

  - Yo no haré lo que quieras tú, no me mandas. -Dijo levantado el mentón.

  - Perdón no quise que sonara así.

  - Pero así sonó -Remedando su tono- y ya me voy a dormir antes de que sigas hartandome.

  - Déja que te lleve. -La halo del brazo.

  - Yo puedo sola -Zafandose de su agarre.
 

  - Cristina ven -detrás de ella.
 

  - Buenas noches Federico.

Para que perseguirla si se notaba que tenia un humor imposible y por lo visto no se le quitaría en toda la noche, estaban tan bien y de pronto por una bobada salio con esas, de veras que ese cambio de humor no lo entendía, pensaba él.

Durmieron dándose la espalda, él no se le acercaba por temor a ser rechazado una vez más, y ella estaba apenada por su actitud, después de pensarlo bien se dio cuenta que se habia comportado bastante grosera pero el bendito orgullo pudo más, por otro lado estaba preocupada ya que no era enfermiza, y pues examinando bien no había comido nada que causara su malestar, una idea de cabeza pasó por su mente... y si estaba...?!!!! No no, nada de eso, todo el mundo se puede enfermar ella no sería la excepción, pensaba.

Así entre intrigas y pensamientos durmió inquieta sumándole además el disgusto con su marido, él por su parte durmió bastante pensativo por el comportamiento de ella,aunque quizá la entendía, estaba enferma y por eso su rabia y disgusto, eso creía.

El destino siempre llega para desencajar lo que ya creíamos haber organizado.

Ruffosandoval 💕