Sugar Babie's (Yoonmin)

¡La Perra de mi madre!

Durante mi turno en la biblioteca tuve esta presión en mi pecho que solo me decía que algo malo pasaría, lo ignore hasta ya pasada la media noche donde recibí aquella llamada.

- Bueno

-Bueno, ¿hablo con el señor Park Jimin?

-Si, ¿Qué se le ofrece?

-Le hablamos del hospital psiquiátrico de Seoul, soy el doctor SungJae y atiendo a su madre, la hemos internado en el hospital general, su estado de salud es crítico, puede pasar a verla en cuanto pueda, de igual manera ya dimos aviso a la responsable legal

-Gracias doctor

-A usted señor, que tenga buena noche

Al colgar no supe de mi, solté una carcajada, ella sigue apareciendo cuando mi vida es estable, pensé que al estar en aquel lugar jamás podría hacerme daño pero tal parece que estaba equivocado. Ya no tenía sueño, me levanté y me puse ropa cómoda, iría a correr al parque.

Salí del apartamento tratando de no pensar en los gemidos de mi mejor amigo, era la una de la mañana, sin más comencé a correr, mi mente estaba en blanco, era incapaz de pensar en algo racional.

Mis lágrimas mojaban mis mejillas, estaba  roto, las cicatrices y heridas del pasado estaban nuevamente abiertas y ahora dolían más que hace años, no me podía frenar; el coraje y la rabia llenaban mi pecho, ella me hizo tanto daño fue la peor persona que ha pisado la tierra.

Corrí tratando de escapar de mis problemas, más bien tratando de escapar de los recuerdos, aquellos que me ataban a la vida de mierda que tenía actualmente, ese dolor fue el comienzo de todo, de mi odio y mi miedo.

Mis piernas ardían pero ya no me importaba, solo corría por aquel oscuro parque, me tropecé en varias ocasiones pero seguía de pie, nadie me pararía ni siquiera ella, no podía permitirle que me hiciera de nuevo este daño, no era justo, estaba cansado.

El cuerpo humano es fascinante, tan resistente, no supe cuanto tiempo pase corriendo pero el sol ya estaba por salir, no traje conmigo mi teléfono,  mis piernas fallaron y caí al suelo, mi cara fue a dar con la tierra mojada por el rocío mañanero, me quedé ahí, sentí algo caliente caer por mi frente.

-¡Jimin!

Esa voz, yo conocía esa voz...

-¡Por Dios Jimin!

Me ayudó a levantarme, al ver su mirada asustada y como con cuidado tocaba mi frente y labio supe que aquello caliente era mi sangre.

-Dios bebé ¿qué pasó? ¿Estás bien?  ¿Te duele mucho?

Negué con la cabeza -¿Qué haces aquí?

-Llevamos buscándote tres horas, Taehyung está como loco

-¿Qué hora es?

-Las seis de la mañana ¿Dónde estabas?

-Corriendo

-¿Por cinco horas?

Al ver que no conteste supo que su suposición era cierta, sin avisar me cargo entre sus brazos, yo recosté mi cabeza en su hombro, a lo lejos pude escuchar a Tae gritando.

-¡Por Dios Jimin ¿Qué le ocurrió?!

Al llegar hasta donde estaba me acarició la cabeza.

-Esta exhausto y lastimado

Me llevaron al auto y subieron en la parte trasera, Taehyung recostó mi cabeza en sus piernas y me acarició, estaba llorando y yo tuve que mantener mis ojos cerrados para no verlo. Llegamos a nuestro hogar, Yoongi me cargo de nuevo, creo que  me quedé dormido porque cuando abrí los ojos estaba en mi habitación siendo curado por Yoongi, Taehyung tomaba mi mano y Jungkook estaba en la  puerta preocupado.

Al verme despierto Yoongi acarició suavemente  mi mejilla y labio cuidadosamente.

-Hola  bebé ¿Cómo te sientes?

- Cansado

-Me lo imagino, Jimin ¿Qué ocurrió?

Mis ojos se llenaron de lágrimas involuntariamente, miré a Tae.

-Ella está hospitalizada, puedes averiguar por qué

No tuve que decir más, lo vi llevar una mano a su boca y levantarse, me dio un beso en la frente y salió siendo seguido por Jungkook.

-¿Me dirás que ocurre?

-¿Te acostarías a mi lado?

Asintió, me hice a un lado con cuidado, todo mi cuerpo estaba entumecido.

-Jimin dímelo, confía en mi por favor

Cerré los ojos y me deje guiar por sus caricias.

-Mi madre era una adicta a la heroína, nunca supe quien era mi padre, al principio como pudo fue buena y amable pero al tener casi seis años se fue perdiendo más día con día; me odiaba, ponía sus temores sobre mi, me encerraba en una habitación por horas y no me alimentaba, cuando cumplí once años me vendió al hombre que le vendía la droga, te imaginarás lo que viví, mi tía me encontró a los trece años, fui a la escuela y encontré a mi primer proveedor, él me ayudó mucho. Hace dos años mi madre fue internada en un hospital psiquiátrico y ahora esta muriendo y yo siento dolor mucho dolor, no puedes imaginarte todo el dolor que siento, ella me hizo tanto daño y ahora cuando más feliz y tranquilo me encuentro regresa a arruinarme, a ahogarme junto a ella

La historia fue resumida, no quise hablar de todas las asquerosidades que pase en aquel lúgubre lugar, sentí sus brazos apretarme, no me soltó en un rato.

-Jiminie no me imagino lo que has sufrido y créeme cuando digo que en estos momentos mi sangre hierve por el odio hacia los que te hicieron daño, pero ahora estoy aquí, no quiero que te pase nada malo yo te cuidaré, cariño eres tan valiente, estoy impresionado de la clase de persona que eres, de ahora en adelante me gustaría que confiaras más en mi y que me dijeras cuando estas mal, no quiero que vuelvas a hacer lo de esta noche, pudiste hacerte mucho más daño cariño

Sonreí a pesar de las lágrimas, fue un peso menos, sólo dos personas sabía esto, no quería lástima ni ayuda yo podía solo, pero aun así me sentia seguro en los brazos de Yoongi, eran cálidos.  Esa noche soñé con la sonrisa de mi madre, era una desgraciada pero tenía mucho miedo de perderla más de lo que ya lo había hecho.