Momo quiere a Jeongyeon. A ésta le gusta Jimin, quien está enamorado de Yoongi, el chico que quiere casarse con Momo en un futuro.
¿Qué será de este círculo amoroso?
(Cállate y vamos a amar).
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↬heterosexual y homosexual
↬tragicomedi...
Desperté totalmente dolorido, como si me hubieran arrastrado por el suelo. De hecho, estaba sobre el suelo, o, más bien, sobre un saco de maíz para palomitas.
Me levanté con lentitud llevándome la mano a la nuca, me había golpeado en esa parte y, ahora, sangraba. Decidí no darle importancia y centrarme en mi situación: ¿dónde me encontraba?
Observé a mi alrededor, todo estaba oscuro y a penas podía ver más allá de un palmo a mis narices.
Me acerqué a una estantería situada a un lateral de la habitación y me coloqué lo más cerca posible de ella para distinguir los objetos que había sobre el mueble. Pude ver varios cubos y envases para palomitas y refrescos, elevadores infantiles para los asientos del cine, linternas y algunas cosas más que no pude identificar debido a la gran ausencia de luz de la que hablaba.
Alargué mi brazo hasta el segundo estante para coger una de esas pequeñas linternas que los acomodadores utilizaban en el cine. La encendí y pude ver dónde me encontraba con mayor claridad, incluso vi la puerta de salida a unos pasos de mí.
Y, obviamente, debía salir, no iba a quedarme ahí dentro toda la tarde. Yoongi seguramente me estaría esperando y tenía que ir con él, es más; quería ir con él, ya descubriría qué me había llevado a aquel sótano más tarde.
Coloqué mi mano en el pomo de la puerta con la intención de abrirla. Sin embargo, este no giró. Intenté girarlo en el otro sentido, en vano; no se movía, no podía abrir la puerta.
Comencé a asustarme.
Realicé mi último intento, con más fuerza que los anteriores; no obtuve resultado.
¿Estaba atrapado?
Respiré hondo para no entrar en pánico; tenía mi celular, podía llamar para pedir ayuda.
Llevé mi mano al bolsillo trasero de mi pantalón.
—Oh, vaya —me dije al no encontrarlo en su lugar.
Lo busqué también en mis demás bolsillos; no estaba.
Ahora sí; estaba atrapado.
Me acerqué a la puerta tanto como pude.
—¡Oye! —grité con la esperanza de que alguien escuchase— ¿Hay alguien ahí? ¡Estoy atrapado!
No hubo ni un sólo sonido en respuesta. Tragué saliva.
—¡Yoongi!
Deseaba ver su rostro más que nunca.
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