Shut up and let's love

{13}

-Momo-

Aquí, la detective Momo reportando la situación...:

Okay, no.

Yoongi y una servidora salimos de los servicios sin saber dónde buscar. Conocía —y sigo conociendo— bien a Jeongyeon, sabía que era capaz de algo así. Sin embargo, no tenía idea del lugar donde podría haberlo llevado a cabo y era algo que debía averiguar si quería encontrar a Jimin ileso —a saber las "cochinadas" que mi amiga podría hacerle—.

Me apoyé en la pared, intentando pensar: Si secuestras a alguien en un centro comercial, ¿dónde lo guardas?

Estuve haciendo estúpidas hipótesis mientras Yoongi soltaba suspiros un tanto cansado. Lo hizo varias veces, cada uno más fuerte que el anterior. Vi como se recargaba en la pared, al igual que yo, y golpeaba su cabeza contra ella antes de mover sus brazos y piernas haciendo una infantil pataleta. Alcé una ceja y lo miré a los ojos. Él cerró los suyos y se dejó caer hasta el suelo, quedando sentado en él.

—¿Qué se supone que haremos ahora? —preguntó, totalmente exasperado.

Llevé mi dedo a la barbilla, pensando algo nuevo. Yoongi sacó el celular de Jimin, mirándolo con preocupación.

—No podemos comunicarnos con él... —dijo.

Y una gran bombilla de color amarillo se instauró sobre mi cabeza. Coloqué mis manos en los hombros del chico y lo acerqué a mí provocando un suave rubor en su rostro.

—¡Ya sé! —exclamé, con una gran sonrisa— ¡Llamaremos a Jeongyeon!

Yoongi torció el gesto.

—Y nos va a decir dónde tiene escondido a Jimin, claro —ironizó este.

Ignoré su actitud y saqué mi teléfono para después desbloquearlo y marcar el número de mi amiga.

—Puede que no nos lo diga directamente —comencé a decir mientras colocaba el dispositivo en mi oreja—, pero nos dará pistas.

Alcé las cejas y sonreí, pero Yoongi no hizo lo mismo, él sólo mantuvo esa expresión de repulsión. Jeongyeon descolgó la llamada poco después.

—¿Mo-Momo? —cuestionó la voz de esta a través del auricular. Mi amiga estaba nerviosa, lo noté— ¿Ocurre algo?

—¿Eh? —Intenté sonar indignada— ¿Así le saludas a tu buena y amable amiga que sólo llama para comprobar si tu estado es bueno?—Jeongyeon emitió un tímido "bueno..."— No importa, ¿cómo está yendo?

Yoongi me hizo un nervioso gesto, pidiendo que pusiera la llamada en el altavoz. Yo le hice caso —no sin regalarle una mirada de molestia—.

—To-Todo va bien —respondió la persona al teléfono, casi inaudible—, la película fue buena y me divertí mucho. Ahora fuimos a algunas tiendas... 

Se escuchó una leve melodía en el lugar donde Jeongyeon estaba, después de eso, una voz femenina habló.

«La tienda cerrará en diez minutos —fue lo que escuchamos—. Por favor realicen sus compras y diríjase a caja rápidamente. Gracias por venir a FerMax».

—Unnie —Jeong volvió a hablar—, debo colgar. Hablamos luego, ¿sí?

Y antes de que pudiese responder o decir algo más, ya había colgado. Me limité a volver a bloquear el celular mientras Yoongi mantenía un rostro que emanaba confusión.

—¿Sirvió de algo? —preguntó entonces, cansado y molesto. Con la mirada en sus pies— Yo no escuché ninguna pista.

Yo, en cambio, sonreí. Acto seguido, rodeé la muñeca de mi compañero con la mano y lo arrastré fuera del cine, corriendo.