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Magnus no había aguantado tanto la batalla que le habían dado los hombres de Luke, no los querían lastimar ni mucho menos, querían ayudarlos.

Sin embargo, para Alec fue algo muy personal que querían separar de su pantera, estaba débil por no haber comido y ni siquiera sabía si era verdad de que se podría convertir en un dragón.

Izzy, Jace y sus destinados habían dado una pequeña pelea, protegiendo al mayor de los Lightwood y a su compañero de vida; pero aun así, habían logrado su objetivo.

No estaban si quiera enjaulados como la primera vez que habían llegado al lugar, no hacía falta de cualquier forma, Alec estaba demasiado débil, Magnus lo estaba aún más.

– Hermano, ¿cómo te encuentras? – Izzy tampoco estaba encerrada, por lo tanto le llevaba comida a su hermano.

Por más pelea que quiso dar junto con Jace, Luke los había convencido de que fueran pacientes, que era necesario lo que estaban haciendo.

– Mal, quiero a Magnus a mi lado... Por favor Izzy, ayúdame a ir con él. – Alec rechazo la comida como lo estuvo haciendo desde el día anterior que lo habían dejado en una carpa.

– Venga hermano mayor, necesitas estar fuerte, sino no funcionará su comprobación.

– ¿Tú crees que en serio sea cierto?

– Sí, si lo creo, ustedes son bastante unidos y fuertes estando juntos, podría ser posible que tengan ese poder del dragón.

– A mí no me importa, solo quiero verlo, quiero que esté a mi lado o sobre volándome, no puedo hacer esto solo. – Sentía que estaba haciendo una rabieta pero así se sentía.

Sólo y sin su motivación.

– Alec... – Izzy se sentó a su lado pensando en lo que estaba a punto de preguntar. – ¿Quieres mucho a Magnus?

– Claro que lo quiero, es mi compañero de vida.

– No me refiero a ese querer... Quiero decir... ¿Estás enamorado de él? – Alec se quedó viendo a su hermana, sorprendido por la pregunta que le atravesó el pecho.

¿Enamorado?

Era un sentimiento que no había experimentado antes, amaba a sus papás, a sus hermanos, hasta a Jace que era su mejor amigo, pero no se comparaba con el cariño que sentía hacía su pantera.

Era algo más potente.

– Y-yo... Izzy, ¿qué pasa si es así? – Con algo de temor vio a su hermana, prácticamente respondiendo su pregunta.

La pelinegra pasó una mano por la espalda del mayor, en manera de comprensión y apoyo, sabía lo que era amar a alguien y ella lo había estado viendo de cerca con su hermano y su destinado.

Era algo real.

– Lo importante es que lo reconozcas Alec, que aceptes que lo amas, porque sí es así, querrás salir de aquí con la fuerza suficiente para tenerlo a tú lado.

Alec se enderezó, pensando rápidamente en todos los momentos que había pasado con Magnus, hasta los más mínimos habían sido momentos que él adoraba.

Lo extrañaba cuando no estaba a su lado, lo quería de sobre manera, dándose cuenta que sí... Lo amaba.

– Bien... Lo amo, en demasía así que, pásame la comida. – Estaba decidido.

Si Luke quería comprobar algo que podría no ser posible, él iba a estar fuerte para Magnus.

Y no pasó mucho tiempo para eso.

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