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Unas semanas habían pasado, llenas de búsqueda y rastreo, sin tener mucho que hacer. Habían 'entrevistado' al hombre que capturaron; sin embargo, no habían tenido muchas respuestas o pistas.

Simplemente había dicho lo que ya sabían... Valentine quería poder y poseerlos a todos para derribar a aquellos que no le hicieran caso.

Idiota.

Los días eran largos mientras ayudaban a los aldeanos, habían ido a los siguientes pueblos, que misteriosamente, estaban intactos. Los Morgenstern no habían pasado por ahí, pero la gente ayudaba a sus vecinos.

Magnus y Simon estaban agotados, se la habían pasado volando en busca de personas enemigas, sin tener mucho éxito.

El moreno había estado en su forma de dragón para entrenar un tanto más con Kieran y Emma, pero era realmente agotador después de un par de horas, por lo que al final optaron seguir sin usar ese poder.

Alec, Jace, Kieran y Mark, habían estado llevando comida y ropa para quien lo necesitara, mientras que Izzy, Clary y Tessa, cuidaban a los niños que tristemente eran huérfanos, a la gente mayor y a los que habían perdido a sus compañeros

Eran tiempos de luto pero, debían dar algo de esperanza a las personas.

Cariño, Simon ya se adelantó pero ya voy a bajar, se acerca una tormenta. – La voz del águila resonó en su compañero.

En todo momento se comunicaban, no pasaban ni diez minutos sin decirse que al menos se encontraban bien.

Después de haber hecho el amor, lo habían vuelto hacer pocas veces; ya que, por falta de tiempo y de lugar, no podían tener esa clase de contacto.

Pero tenían unas inmensas ganas de hacerlo, todo el tiempo. A pesar de que se amaban, se atraían y se necesitaban, a veces sentían que las ganas eran demasiadas.

Los cuerpos de ambos se calentaban un poco más de lo normal, pero se habían dado cuenta que Magnus ardía aún más, después de haber pasado horas del acto.

Era... Peculiar.

De acuerdo, estoy afuera de los cuartos. – Le contestó con una sonrisa, aunque posiblemente no lo viera.

Por primera vez habían conseguido un lugar estable, un pequeño edificio en el centro del pueblo, las paredes eran un poco más gruesas y cada pareja podía tener un poco más de privacidad.

Jace y Clary entraron al edificio entre sonrisas traviesas, mientras que Simon descendía y se convertía en humano para ir con una cansada Izzy, yéndose al edificio dispuestos a dormir.

La otra pareja de chicos, se veía realmente extraña; Kieran era muy serio pero cuando estaba acaramelado con Mark, podían hacerse miel aunque estuvieran sentados debajo de un árbol a la vista de todos.

Emma se quedó platicando con un chico que acababa de conocer mientras que su compañera, Tessa, se encontraba con otro chico que venía con el primero.

Alec se sentía tranquilo, a pesar de las próximas batallas que se avecinaban, estaba aliviado por todo el apoyo que había estado dando, así como el progreso que ya tenía en su entrenamiento.

Ca-cariño... – Pero la tranquilidad se le fue cuando la voz de su pareja resonó débilmente en su cabeza.

¿Amor? ¿Dónde estás? – Comenzó a ver hacia el cielo, esperando visualizar a su ave.

Creo q-que voy cayendo, n-no sé... Me siento mal. – La voz de Magnus se iba apagando cada vez más.

El corazón de Alec comenzó a palpitar rápidamente mientras miraba el nublado cielo en busca de una mancha, un cuerpo, lo que fuera.

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