Hanahaki (Meanie)

III

Las palabras que habían salido de los labios de Seungcheol se mantenían dando vueltas en su mente. El mayor no había dado largas, no los había preparado de ninguna forma para la información que había soltado en cuanto todos estuvieron reunidos en la sala de estar y el silencio había reinado. Todo lo que les había dicho había sido un simple:

 " — Hanahaki. Mingyu se está muriendo de amor." 

Claro y conciso. Mingyu se estaba muriendo de amor, justo como Wonwoo había comenzado a hacerlo después de enterarse de ello.

No sabía cómo había comenzado. Mingyu había aparecido en su vida como por arte de magia. El menor revoloteaba y parloteaba a su alrededor cada día sin que llegara a importarle la actitud hosca de Wonwoo, o las humillaciones de las que solía ser víctima cuando estaba a su alrededor.  Para Wonwoo había sido fácil y extrañamente gratificante comprender que Mingyu estaba enamorado de él. La gratificación, sin embargo, no le impidió intentar alejarse. 

Wonwoo había pasado momentos difíciles intentando lidiar con la atracción que sentía por el menor. Enamorarse de un hombre no representaba para él ningún problema, pero sí que lo hacía para la empresa, sus amigos y su carrera. Durante meses se había debatido dolorosa y absurdamente entre lo que amaba y a quien amaba, y durante algunos más había perdido el tiempo  buscando soluciones a problemas que no habían tenido oportunidad de presentarse y respuestas a preguntas que jamás serían formuladas. Wonwoo ni siquiera podía decir que no había visto venir el interés de Mingyu por alguien más.  Mientras él dudaba, las sonrisas y las miradas cómplices que solían pertenecerle habían comenzado  a cambiar paulatinamente de dueño, y él, a pesar de notarlo, no había hecho nada por impedirlo.

El silencio en la sala logró interrumpir el hilo de los pensamientos de Wonwoo, devolviéndolo a la realidad. Observó los rostros mortificados y preocupados de sus compañeros fijos en el suelo o en Seungcheol.

  — Así que... ¿Ahora qué? — Preguntó Jisoo llamando la atención de todos, con el ceño levemente fruncido por la consternación.— Quiero decir... Tiene que haber una forma de solucionar esto. 

Seungcheol suspiró con fuerza mientras asentía, mordiendo ligeramente su labio inferior.

— Se trata de una operación — Explicó Soonyoung mientras miraba algún punto en el suelo, serio. — Tienen que... extraer los pétalos de sus pulmones.

  — Es una operación demasiado riesgosa que dejará a Mingyu incapacitado durante al menos un año. Incluso si todo sale bien, él tendrá que lidiar con las secuelas de la operación y de la enfermedad. Jamás va a recuperarse por completo. — Explicó Seungcheol.

  — Y él tampoco recuperará sus sentimientos. — Interrumpió Jihoon con el ceño fruncido, visiblemente molesto por la omisión de lo que él consideraba la secuela más importante.

Wonwoo sintió como su respiración se cortaba repentinamente ante la información. Había escuchado hablar sobre la enfermedad de Hanahaki un millón de veces durante sus días en el instituto, gracias a sus compañeras de clase, pero jamás había escuchado algo como eso.

  —  ¿A qué te refieres?— Preguntó Jeonghan mientras miraba a Seungcheol, ansioso.

La respuesta no llegó de inmediato. Soonyoung y Seungcheol intercambiaron miradas antes de que el mayor se aclarara la garganta, aumentando la expectación de todos.

  — Es cierto. Yo... nadie entiende como es que esto funciona — Comenzó Seungcheol, incomodo. — Pero los sentimientos de Mingyu se irán con la enfermedad, al igual que sus recuerdos de esa persona. 

Wonwoo cerró con fuerza los ojos por un par de segundos, intentando mantener la compostura. Sentía como su corazón se estrujaba dolorosamente al tiempo que algo crecía y se multiplicaba en su pecho, sofocándolo.

  — No. Tiene que haber otra manera. — Balbuceo Jeonghan mientras negaba frenéticamente con los ojos acuosos por las lagrimas.  

— No sentir va a matarlo y lo sabes. Debieron de hablarte también de eso, de la cantidad de personas que terminan con su vida después de la operación. — Interrumpió Jihoon nuevamente mientras se levantaba y se paraba frente a Seungcheol, furioso. — Mingyu no va a soportar algo como eso.

— ¿Y cual es tu sugerencia para solucionarlo? — Preguntó Cheol, notablemente irritado por la actitud de Jihoon.— ¿Crees que no pensamos en eso? ¿Crees que es fácil para nosotros o para Mingyu? 

El labio inferior de Jihoon tembló levemente durante unos segundos mientras sus ojos se cristalizaban. Él no lloró, sin embargo. 

  —Esto es absurdo — Interrumpió Seungkwan de pronto, llamando la atención de todos. — ¿Cómo puede estar Mingyu muriendo de amor? Él... quiero decir...

— Nosotros creímos que él estaba con Minghao.— Interrumpió Hansol acariciando el dorso de la mano de Seungkwan con delicadeza.

Soonyoung bufó molesto y rodó los ojos.

— Esto no es por Minghao. — Declaró, hosco.— Minghao solo fue el primero en enterarse, eso es todo.

Un jadeo de sorpresa logró escapar de los labios de Wonwoo. El castaño no podía comprender lo que estaba ocurriendo. La dificultad para respirar, sumado a la vertiginosa cantidad de información que estaba recibiendo lo hacían sentir aturdido. Apenas unos segundos antes habría apostado todo a que Minghao era la razón por la que Mingyu estaba muriendo. Y si no era él ¿Entonces quién? No podía recordar a alguien más. No había otra persona a la que Mingyu hubiera sido tan cercano durante los últimos meses. Y por otra parte, eso explicaba la razón por la que Minghao tampoco se encontraba en la reunión. 

— ¿Por quién, entonces? — Preguntó Dino confundido.

  La pregunta flotó en el aire por algunos segundos antes de que, una a una, las miradas se posaran sobre Wonwoo. Había sido fácil para todos atar los cabos. Si no se trataba de Minghao, entonces se trataba de la persona que había estado antes que él.

Wonwoo tragó con dificultad mientras jadeaba por aire. El ataque de ansiedad que se había ido construyendo desde el primer momento era más de lo que podía soportar, sin embargo, de alguna manera se las arregló para levantarse del sofá ante las miradas inquisitivas de sus compañeros. Antes de que alguno de ellos pudiera reaccionar y detenerlo, corrió hacia la habitación en la que se encontraba Mingyu probablemente acompañado por Minghao con el único propósito de aclarar de una vez por todas la situación.