VI

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Cuando finalmente estuvo dentro del baño, lejos de las miradas y las preguntas de los doctores, Wonwoo permitió que todo el dolor que había cargado durante los últimos meses escapara de su cuerpo en forma de lágrimas y gritos desgarradores. Lo había olvidado. Mingyu lo había olvidado, y no había nada que pudiese hacer para cambiarlo. No habría más sonrisas tímidas, roces accidentales ni abrazos por la espalda en el escenario. Se habían acabado las preguntas estúpidas, los coqueteos inocentes y las largas conversaciones. Y la culpa no era de nadie más que de Wonwoo, y él no sabía si podría vivir con ello. 


Cuando sus piernas fallaron y sus rodillas golpearon dolorosamente el suelo, sintió como unos brazos lo sujetaban con fuerza, conteniéndolo. Wonwoo se aferró al desconocido con todas sus fuerzas, como si temiera que al soltarlo la poca cordura que mantenía se fuera a escapar junto a él, y lloró como nunca en su vida había llorado. Por Mingyu. Por ellos. Por lo que ya jamás podría ser.  Lloró por lo que parecieron horas pero que bien pudieron ser minutos, mojando por completo la camisa del desconocido.


Descubrió que el extraño se trataba de Minghao, la única persona que había sido capaz de mirarlo a los ojos después de que Mingyu preguntara por su nombre y, al parecer, la única persona que había sido capaz de seguirlo para consolarlo mientras los restos de su alma se derramaban en el suelo de ese baño. No lo entendía. No podía entender porqué Minghao había decidido consolarlo cuando había sido culpa suya que su mejor amigo perdiera sus sentimientos. 


  — Siento que no funcionara.—  Murmuró el chino mientras acariciaba el cabello de Wonwoo.


Wonwoo se aferró con aún más fuerza mientras sollozaba con fuerza, sintiendo como un ataque de pánico comenzaba a construirse.


— Lo siento. Lo siento. Lo siento —. Balbuceó mientras intentaba que el oxigeno llegara a sus pulmones.— Desearía haber siendo yo. Tuve que haber sido yo.— Continuó.


Minghao negó y abrazó al contrario con más fuerza.


— Él habría odiado que dijeras eso. 


  — Él ya no me recuerda. — Respondió Wonwoo mientras rompía en lagrimas nuevamente.


Minghao mordió su labio inferior con fuerza y cerró los ojos para evitar que las lagrimas que se habían acumulado en sus ojos se derramaran. 


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Escena corta porque no sabía como ligar el capítulo que viene después de este con el anterior. Lamento si la historia comienza a ser mala.

Hanahaki (Meanie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora