VIII

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Ver a Mingyu había sido como ver un espectro, el fantasma de lo que algún fue y que no volvería a ser jamás. Había sido, por mucho, la perdida más dolorosa a la que se había tenido que enfrentar, y Minghao ya había perdido al amor de su vida. Fue fácil para Wonwoo adivinar lo que ocurría cuando lo encontró llorando en la sala de prácticas, porque no había otra persona en todo el mundo que se sintiera de la misma manera. Algunas veces intentaba convencerse de que era esa la razón por la que ellos se habían vuelto tan cercanos.

Wonwoo lo miró con pena y se sentó a su lado, en silencio. No hubo preguntas ni abrazos o palabras de consuelo, solo su presencia acompañándolo mientras sentía como su corazón terminaba de romperse dentro de su pecho. Mientras veía como otra persona le era arrebatada por alguien más. No culpaba a Wonwoo, sin embargo. Ya no. No podía culpar al mayor por lo que había ocurrido. Por haber estado asustado. Cualquiera lo habría estado ante la perspectiva de perder todo por lo que habías trabajado durante años por alguien que podría no valer la pena, y quien dijera lo contrario mentía.

Nadie, salvo Seungkwan y Hansol, habría arriesgado su sueño por amor. Y nadie, salvo ellos y Wonwoo habían tenido que hacerlo. Ni siquiera él.

- Él... él ya no era él - Murmuró Minghao finalmente con la voz entrecortada. -. Durante todo el tiempo que estuve ahí me sentí como si estuviera hablando con un extraño. Como si todo lo que nosotros pasamos durante estos meses simplemente se hubiera esfumado. Él ni siquiera parecía sentirse cómodo a mi lado, y el único momento en el que habló directamente conmigo fue para preguntarme si eras su reemplazo.

Wonwoo miró el suelo mientras sentía como su corazón dolía. Había escuchado de su manager lo que había ocurrido en casa de Mingyu. Su madre se había negado a hablarle de su existencia, y se había negado a que Mingyu regresara a Seventeen. Eso, por suerte, no era su decisión, y Mingyu se había mostrado ansioso por volver a los escenarios.

- Lo perdí. Él me prometió que se quedaría después de lo que ocurrió con Soonyoung, pero fue pura mierda. Me mintió - Minghao guardó silencio por unos segundos mientras se limpiaba las lágrimas del rostro. -. Hijo de puta, se suponía que estábamos juntos en esto.

Wonwoo jamás había escuchado maldecir a Minghao. No desde el momento en el que su debut había estado finalmente programado. Él había sido tan correcto y reservado desde entonces, que podía contar con los dedos de una mano los momentos en los que lo había visto tan afectado por cualquier cosa. Tarde o temprano él también tenía que explotar, y ese momento finalmente había llegado.

- ¿Qué fue lo que ocurrió con Soonyoung? - Preguntó finalmente después de algunos segundos, intentando que su voz sonara lo más normal posible.

Minghao miró al vacío durante algunos segundos antes de responder.

- Yo lo amaba. Lo amo - Respondió.-. Lo amaba tanto que sabía que tarde o temprano enfermaría, y yo no quería morir. Sabía que él también estaba interesado en mi porque... porque de vez en cuando nosotros coqueteábamos cuando estábamos solos. Así que se lo dije. Le dije que estaba enamorado de él mientras rezaba que fuera mutuo porque... Porque yo no sabía si podría sobrevivir a un rechazo.

Wonwoo frunció levemente el ceño mientras digería la información.

- ¿Él te rechazó?

Minghao negó.

- Me dijo que él creía que sentía lo mismo. Dios, yo estaba tan feliz. Acordamos intentarlo, y al principio todo fue perfecto. Y luego... Y luego todo era Jihoon. - Silencio. - Él me quería ¿Sabes? Pero no lo suficiente. No más que a él, al menos. Así que lo dejé.

- ¿Jihoon? - Pregutó Wonwoo estúpidamente mientras sentía como su garganta se cerraba.

El mayor no podía imaginar lo doloroso que era ver que la persona que amabas estaba enamorada de alguien más, él casi había muerto durante el segundo en el que había creído que Mingyu había enfermado por culpa de Minghao.

- Sí. Aunque era algo obvio. Creo que todos pudieron verlo, excepto yo. Creí que podía soportarlo porque era yo quien estaba con él. Pero no lo estaba. Cada vez que Jihoon lo llamaba para pedirle algo, cualquier cosa, Soonyoung corría a su lado. Él me dejaba cada vez por él. Y eso era más de lo que yo podía tomar. - Minghao rió sin gracia y frotó su rostro con fuerza. - Dios, yo merezco más. Todos lo hacemos ¿Cierto? Merecemos a alguien que nos ame tanto como Mingyu te amaba.

Wonwoo miró a su amigo y se sintió impotente. Lucía derrotado. Roto. No podía comprender como Soonyoung había podido lastimar a alguien como Minghao. A alguien que había estado ahí para todos cuando lo necesitaban, que los cuidaba sin pedir nada a cambio. A alguien que era lo suficientemente fuerte como para convertirse en el pilar de Mingyu cuando lo había necesitado, y para perdonar a la persona que había sido la culpable de todo.

- Me habría gustado enamorarme de Mingyu - Confesó Minghao mientras miraba un punto en la pared. - Me habría gustado olvidar a Soonyoung y que Mingyu se olvidara de ti, y entonces nosotros... habríamos estado bien.

Minghao no obtuvo más respuesta que labios resecos y agrietados estrellándose contra los suyos con brutalidad. Wonwoo lo besó con arrepentimiento y Minghao correspondió con toda su rabia y tristeza. Mientras sus labios se rozaban y sus dientes chocaban por la brutalidad, Wonwoo podía degustar el sabor salado de las lagrimas que ambos derramaban. Se mantuvieron de esa manera durante algunos minutos, intentando sentir algo o no sentir nada en absoluto por algunos momentos, y cuando finalmente se separaron, Wonwoo miró a Minghao con desesperación.

- Yo también quiero olvidarlo. Quiero enfermar y olvidarlo, pero no puedo porque él me amaba. Y también me quitó eso.- La voz de Wonwoo se cortó por los sollozos e impidió que pudiera seguir hablando.

Minghao lo abrazó con fuerza antes de responder.

- Lo sé. Yo tampoco puedo hacerlo.


Hanahaki (Meanie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora