XIII

537 99 18
                                    

— Lo siento.


Wonwoo parpadeó un par de veces sin apartar la mirada de Seungcheol. Repitió las palabras en su mente un par de veces. "Lo siento". Había deseado tanto escuchar aquello... Y descubrió, con pesar, que ya no le interesaba. Sus disculpas no iban a arreglar lo que había pasado. Nada lo haría. Desvió la mirada y la fijó en un punto muerto de la mesa. No sabía que decir, o qué hacer. Su conversación con Minghao continuaba rondando su mente. Mingyu regresaría en cuestión de horas, o minutos, y él aún no sabía si quería, o debía, quedarse. La voz de Seungcheol lo distrajo de sus pensamientos y lo devolvió a la realidad.


— Lamento todo lo que pasó durante este año. Te tratamos injustamente. Te hicieron... Los hicimos cargar con la responzabilidad de lo que ocurrió, y eso e stuvo mal.


Wonwoo sonrió ligeramente mientras asentía.


— Sí, lo hicieron. — Guardó silencio durante algunos segundos antes de continuar. — No sé que esperas de mi, Cheol. Un lo siento no me basta, y creo que lo sabes.


Seungcheol lo miró, afligido.


— Lo sé. Si hay alguna manera en la que pueda compensarte, yo...


— ¿Compensarme? — Preguntó Wonwoo, incrédulo. — ¿Compensarme qué? ¿Cómo planeas compensar los insultos de Jeonghan? ¿O todas esas veces que fingieron que no existía meintras comíamos juntos? ¿Cómo vas a compensarme este año de mierda, Cheol?


— Lo sé, lo siento. Lo arruinamos y no sé como arreglarlo, pero lo estoy intentando ¿Bien?. Nosotros solo... solo nos dejamos llevar. Extrañábamos a Mingyu, y no sabíamos como canalizar ese dolor. Lamento que tuvieras que pagar por ello.


Wonwoo lo miró fijamente con una mueca de dolor.


— Yo también extrañaba a mis amigos. A esos que decían ser mi familia. A mi también me hacía falta un abrazo, y que alguien me escuchara, y ¿Sabes quién lo hizo? El mejor amigo de Mingyu. Ese que lo cuidó durante toda su maldita enfermedad.¡Ustedes ni siquiera notaron que se estaba muriendo! Pero claro, fueron los primeros en saltar sobre mi. — Soltó furioso. Rió sin gracia y tiró ligeramente de su cabello. — Joder, deseo tanto alejarme de ustedes... Lo único que quiero es no volver a saber nada de ti, ni de Jeonghan, ni de Soonyoung, ni de Jihoon. Quiero olvidar que los conozco. Pero ¿Sabes qué? No puedo hacerlo. No puedo abandonar mi sueño por personas que claramente no valen la pena. No voy a abandonar lo único que tengo por unos imbéciles desleales.


Se limpió con brusquedad las lágrimas que habían alcanzado a escapar de sus ojos y miró a Seungcheol. Se veía afectado. Culpable.


— Realmente lo siento, Wonwoo. Ojalá pudiera regresar el tiempo para cambiar lo que pasó.


Wonwoo sonrió con pena.


— Sí... Ojalá pudieras hacerlo. — Murmuró. — No quiero seguir con esto, Cheol. ¿Podemos solo... actuar como compañeros? 


Seungcheol asintió lentamente y trató de forzar una sonrisa sin demasiado éxito.


— Lo haremos. — Respondió finalmente. 


Wonwoo asintió, se puso de pie, hizo una leve inclinación y salió del estudio. Cerró la puerta y dio la vuelta para comenzar a caminar hacia la sala de prácticas, pero una presencia se lo impidió. Jeonghan. Frunció el ceño y se alejó un par de pasos antes de recobrar la compostura. El mayor se encontraba recargado en la pared, mirando a la nada. Se convenció de que probablemente estaba esperando para hablar con Seungcheol y decidió simplemente ignorarlo, pero Jeonghan no se lo permitió.


— Las familias también se equivocan.  


Wonwoo sintió como la bilis le subía por la garganta. ¿Las familias se equivocan? ¿Era lo mejor que tenía para decir? Soltó una risa histérica y negó mientras lo miraba con asco.


  — Jódete, Jeonghan.  


Se alejó sin decir otra palabra. Lo que le había dicho a Seungcheol era cierto, no quería pelear más. Fue al baño y se mojó el rostro, intentando calmarse y darse valor. Sabía que no estaría solo. Que Minghao y Jun estarían ahí, en la sala de prácticas, listos para distraerlo, y distraerse a sí mismos, de todos y todo. Listos para darle ánimos para el momento en el que Mingyu regresara. O al menos eso esperaba. 


Cuando finalmente entró a la sala de prácticas, las cosas habían cambiado. Quizá para bien. Realmente esperaba que para bien.


-0-0-0


Este es el penúltimo capítulo. Quizá suba hoy el último, pero no prometo nada. Espero que les guste, lamento si se me salió de las manos y comencé a escribir puras idioteces hahaha, igual creo que no está quedando tan mal.

Hanahaki (Meanie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora