Poemas de un alma en pena

Tú, yo y mi corazón roto

Tu recuerdo me atacó,
volvió a mí y no supe defenderme.
Mi mente se rompió,
ante tu mirada marrón y tu sonrisa radiante.

Volví a romper en llanto,
agónicas lágrimas empaparon mi rostro.
Lloré sin consuelo,
intenté olvidarte en vano, aún te recuerdo.

Hasta las buenas memorias son trágicas,
pues no te tengo a mi lado.
Desearía revivir las tardes hermosas,
pero es imposible por que te has marchado.

Me dicen que te olvide,
no puedo y tampoco quiero.
Me hace daño recordarte,
pero recuerdos son de ti lo único que tengo.

Me haz destrozado el corazón,
me he encargado de destruir mi mente.
No me queda nada más que este cuerpo,
y tu recuerdo indeleble.

La misma película rueda lentamente,
una y otras infinitas veces más.
Sigue girando y girando sin detenerse,
tal vez no se detenga jamás.

Ansío saber de ti,
sueño con tu regreso.
Me rompo porque es imposible,
y vuelvo a soñarlo.

¡Despierta!¡Despierta!
Alguien vocifera dentro mío.
Ojalá siguieras aquí,
ojalá fuese sólo un sueño todo esto.

Quiero creer que lo que vi era real,
que lo que leí era la pura verdad.
Quiero pensar que no estoy equivocada,
imaginando cosas que sólo me dañan.

El tiempo pasa y tú ahí sigues,
ese recuerdo fresco en mí.
Nunca podré olvidarte,
estoy destinada a volver siempre a ti.

¡Renuncia y olvida!
Una voz me aconseja.
Me niego a perder lo último de ti,
no puedo dejarte en el olvido así.