La dama negra

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Aquella figura temida
de pálido color y contextura fina,
esa a la cual todos tememos alguna vez
y sin siquiera saber por qué.

Me perseguía en ese sueño
el cual se tornó en pesadilla,
yo escapaba de ella
como la noche del día.

Corría y me escondía
pero ella mis talones pisaría,
desesperadamente ayuda pedí
a una mujer en un local de aquel lugar.

La señora me hizo pasar
y de aquella guadaña me quiso salvar,
las paredes de su sala llenas de símbolos
por qué me perseguía aquella preguntó.

Le conté de mi viaje nocturno
y como de la nada apareció,
con su gloriosa capa negra me persiguió
yo sólo corría sin ninguna restricción.

La amable señora
dijo que una solución tenía,
pero me dijo algo que no entendía
salí de su hogar en una desesperanza maldita.

La dama de negro y filosa guadaña
me siguió hasta la dulce madrugada,
luego desconozco qué sucedió
pero estoy segura de que la muerte me atrapó.

Poemas de un alma en penaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora