Poemas de un alma en pena

Mi media naranja

Todo era risas y diversión
jugábamos y vivíamos el hoy.
No nos interesaba el futuro
nos olvidábamos del pasado por un rato.

Ahí te encontré a ti
mi media naranja, mi medio limón.
Mi complemento y mi razón
en este mundo sumido en descontrol.

Podíamos llegar a ser tan descuidados
sin miedo o temor a nada.
Éramos tan libres y desocupados
ahora todo cambió, tantas cosas se olvidaron.

Ahora todos estamos separados
tan cerca pero tan lejos.
Ni siquiera nos reconocemos
somos otra versión de nuestros pensamientos.

Pero incluso cuando nos separamos
tu fuiste el hombro que me sostuvo.
Fuiste mi luz entre las sombras
y mi esperanza en la soledad.

Soportaste mis tonterías
y reíste junto a mí.
Enjuagaste mis lágrimas
y me defendiste de mi propio ser.

Ahora que ya no estás
siento un gran vacío en mi corazón.
El lugar que antes ocupabas
sigue vacío, aguardando tu regreso.

No me queda una gota de razón.
Tengo roto el corazón.
Ando vagando sin rumbo.
Vivo en la eterna oscuridad.

Los atardeceres son ahora solitarios
los columpios se oyen antiguos.
Los dulces se me antojan amargos
y este invierno demasiado largo.

Pienso en lo maravilloso que era estar a tu lado
calmabas mi ser, sin siquiera tocarlo.
Tu aroma está en todos lados
es algo muy difícil olvidarlo.

Y quiero que sepas que
siempre serás la mitad faltante de mi ser.
Mi único complemento,
uno que no tiene remplazo alguno.