Bajo mi piel. Sandra Sánchez. CAPÍTULO 10

1.1K 47 17
                                    

CAPÍTULO 10

Me desperté sobresaltada con un aroma como a… ¿café? No lo sabía, pero el caso es que hizo que mis tripas se levantasen en protesta. Abrí los ojos lentamente y vi a Matt sentado en el borde de la cama con una gran taza blanca en la mano que era la culpable de ese olor que invadía mis fosas nasales.

-          Buenos días- dije desperezándome.

-          Dirás buenas noches- respondió en tono seco.

-          ¿Qué hora es?

-          Las cinco de la madrugada.

Me incorporé inmediatamente en la cama alarmada y me lamenté al instante. Flashes de todo lo ocurrido asaltaron mi mente. Mierda, deseaba no haber recordado nada. ¡Qué vergüenza! Opté por hacerme la tonta. Llevando una mano a mi cabeza protesté quejumbrosamente.

-          Dios, me va a estallar la cabeza.

-          Me alegro.

-          ¿Has dicho que te alegras?- Parpadeé confundida.

-          Sí, ahora si eres tan amable, repite lo que te pedí antes de que decidieras conocer y calificar ciertas partes de mi anatomía públicamente. No creas que me he olvidado.

Su tono no tenía nada de diversión. Estaba más rígido que un palo y su semblante serio fueron suficientes para que me temblasen hasta las pestañas.

-          No sé de qué hablas- mentí.

-          Lo sabes demasiado bien. Repite.

-          No tengo por qué repetir nada. Cuando una persona se emborracha no suele recordar nada ¿o desconocías ese dato?

-          Una persona que no recuerda nada, se habría despertado desorientada al encontrarse en una habitación que no es la suya y se habría sobresaltado al verme sentado junto a ella. Así que no me tomes por idiota y dime de una vez que es lo que dijiste.- Pronunció las últimas palabras con mayor énfasis, haciendo una pausa entre cada una de ellas.

-          Sólo es una broma que tenemos Luca y yo.

-          ¿Y cuánto de cierto hay en esa broma?

-          Algo.- Dije mirando al suelo.

-          Joder, Mia ¿No puedes simplemente decírmelo todo sin jugar a éste estúpido juego de atrapa al ratón en su madriguera?- respondió tirándose de los pelos.

-          No. Soy una mujer adulta, ahora mismo tengo una resaca espantosa, así que no me apetece nada salvo meterme en la cama y dormir cuatro días seguidos y además,  no tengo por qué darte explicaciones de mi vida privada cuando yo no las recibo de ti. No somos nada, así que si me permites,  la que se quiere ir esta vez de aquí soy yo.

Me deshice de la manta que me cubría e intenté levantarme. Justo en ese momento Matt alargó el brazo y agarró mi muñeca.

-          No te vayas- dijo.

-          No me quiero quedar.

-          ¿Estás segura?

-          Sí. Hasta luego Matt. Diviértete mañana por la mañana cuando salgas a correr- repuse guiñándole un ojo, aunque mi gesto fuese cargado de doble sentido.

Unas cuantas horas después estaba junto a Luca almorzando. Obvié mi ajetreado día anterior y Luca comenzó a prepararme para la reunión que teníamos el lunes por la mañana temprano para conocer a su socio y mi segundo jefe a efectos técnicos. Luca parecía muy emocionado, yo estaba tan abrumada con toda la información, que estaba a punto de vomitar. Después del almuerzo tomamos café en la cabaña de Luca. Me encantaba estos momentos de relajación con él, sentados en la terraza. Luca me masajeaba los pies mientras hablábamos calmadamente o simplemente compartíamos el silencio.

Bajo mi piel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora