Our Secret (Romanogers)

23 • - Detalles

Los diálogos entre comillas y en cursiva son pequeños recuerdos de Steve.

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-No puedo hacerlo - comenzó a hablar Natasha dándose la vuelta mirando al soldado - no puedo estar lejos de ti - confesó sin más, perdiendo la batalla que había tenido contra si misma para no soltar esas palabras.

Steve sintió una corriente eléctrica recorrerle el cuerpo ante las palabras de la mujer, se acercó a ella a pasó rápido queriendo tomarla entre sus brazos pero se detuvo cuando Natasha retrocedió recargando su cuerpo contra la pared, casi huyendo de él.

-Eso no cambia nada Steve, yo... creo que debemos darnos un tiempo. Te amo y eso nunca va a cambiar pero no puedo solo fingir que nada pasó -

-Mientras estés aquí conmigo Nat, no me importa nada. Soy tuyo de todas formas -

Natasha comenzó a avanzar hacia las escaleras para bajar, Steve como buen caballero esperaba a que ella pasara primero, se detuvieron un momento al escuchar una puerta abrirse y ver salir de una de las habitaciones a Clint y a Sam.

-¡Hey! - saludó Sam - ¿Pasó algo? -

-No, los demás están esperando abajo. Creo que Scott fue a preparar el Quinjet - le respondió Steve.

-Perfecto, ¿Nat? - le llamó Clint, mirándola.

-Vamos abajo - fue todo lo que respondió la espía, bajando las escaleras siendo seguida por el resto del equipo.

Cuándo todos estuvieron en la sala, listos para partir comenzaron a despedirse, deseándose suerte los unos a los otros, pidiendo no perder el contacto y también discreción, ofreciendo su ayuda a sus compañeros si alguno llegase a necesitarla.

-¿Clint podemos salir un momento? - se escuchó que pregunto la espía en voz baja, a lo que si amigo solo asintió siguiéndole.

Siendo seguidos por los ojos de sus compañeros hasta que se perdieron por la puerta.

-Capitán, regresé su Quinjet a su tamaño original, está en unas de las fábricas abandonas, no muy lejos de aquí-

-Gracias Scott - fue todo lo que respondió el soldado, dándole una palmada a su compañero en la espalda.

Por otro lado, afuera de la casa Natasha Romanoff se encontraba abrazada al cuerpo de su mejor amigo Clint Barton, mientras esté la acariciaba el cabello con delicadeza, en todos los años que tenía de amistad con la espía Rusa habían sido contadas las veces que la había visto así tan vulnerable, confundida.

-No se que estoy haciendo Clint, debería irme sin mirar atrás, olvidar lo que pasó y seguir adelante, sola como siempre lo he hecho -

-Oye, gracias -

-Sabes a lo que me refiero, no puedo hacerlo Clint, no puedo solo irme y no volver a verlo -

-Nat, se que no es fácil y también se que lo amas por eso estás enojada y decepcionada, pero así es esto, así es esta vida, puedes un día estar aquí y al siguiente no. Sino fuera por Pietro yo no estaría aquí, sino fuera por Wanda, Steve no estaría aquí. Sino fuera por Stark ni uno de nosotros estaría aquí -

Natasha cerro los ojos ante las palabras de su mejor amigo, el tenía razón y ella lo sabía, le había dado vueltas al asunto gran parte de la noche, pero entre más aceptaba esa realidad, más atrapada se sentía en sus sentimientos por Steve, ella podía aceptar morir un día, como Clint le había dicho era parte de la vida que llevaban, pero no podía aceptar la idea de perder a Steve. El simple hecho de pensarlo era desgarrador.
-No lo pienses demasiado Nat, disfruta el aquí y el ahora con él, todos moriremos algún día, el tiempo pasa la vida se acaba, no dejes que tus miedos te arrebaten la felicidad que te mereces -