53 • - Encuentros

3.5K 244 86
                                    

– Mi general – hablo Paki sin escuchar la indicación de Okoye – Kumkani, la Perla Kimoyo de rastreo de la princesa no aparece en los mapas – soltó mirando el asombro de todos en aquella habitación – la última vez que la vieron estaba en laboratorio sola con James – antes las noticias que tenían ante ellos, todos se pusieron de pie en sus lugares – el mapa de la Perla de la Princesa indica los límites de la Tribu del Rio, es la última vez que se monitoreo la ubicación de la princesa y del pequeño James – finalizo mirando a la pelirroja, que sentía como se le caía el alma a los pies y le faltaba el aire. Su pequeño James no estaba en el Palacio.

– Preparen un Quinjet inmediatamente – grito el Rey parándose en su lugar – no quiero que nadie entre ni salga del Palacio hasta que regresemos – comenzó a dirigir caminando hacia la salida, siendo seguido por Natasha, Steve, Okoye y Sam – las Dora Milaje custodiaran las entradas, quiero a un medico esperando por mi hermana y James a las puertas del Palacio. Paki, estas a cargo del laboratorio – ordeno mirando a la mujer – espera ordenes –

°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°

Shuri miro a su los alrededores cuando bajaron al Quinjet al notar que si bien estaban en la frontera de la Tribu del Rio, no estaban cerca del tren.

– ¿Por qué me trajiste aquí? – exigió saber, mirando al hombre que la había llamado – ¿Qué estas...? – comenzó a cuestionar al notar como dos hombres de la Tribu Jabari salían detrás de unas rocas – se giró para tomar el cuerpo de James entre sus brazos y comenzar a alejarse de aquel lugar corriendo, no sabía que pasaba, pero aquello no pintaba nada bien.

Cuando comenzó a correr en dirección contraria a los hombres, soltó una exclamación de frustración al ver a otros dos salir de entre unos arbustos, un último hombre salía de los árboles que rodeaban el lugar y quiso entrar en pánico al saberse rodeada y lejos del Quinjet. Dirigió su mano a unas de sus perlas, lanzando una alerta al laboratorio acerca de su ubicación.

– Esto no es nada contra usted princesa – comenzó a hablar el hombre de la Tribu Fronteriza acercándose a ella a pasos lentos – entregue al niño y la dejaremos ir –

– Mi hermano va a encontramos antes de que si quiera puedan acercarse a él – le respondió con seguridad, apretando el cuerpo de James contra su pecho – sus padres, ustedes no saben lo que están haciendo, ellos jamás los perdonaran –

– El Capitán América no es mas que un cobarde, jamás hará justicia por mano propia – le respondió el hombre – y esa mujer no es ni la mitad de lo que solía ser antes de nacionalizarse americana. No les tenemos miedo, ellos no podrán tocarnos, la ley no lo permite. Los asuntos del Consejo solo los resuelve el Consejo, y esos viejos decrépitos no mataran a seis hombres por ese niño –

– No saben lo que están diciendo – le respondió la científica, buscando hacer tiempo, la perla ya había lanzado la alerta. La encontrarían pronto – están tomando a los padres de James demasiado a la ligera –

– Olvídelo – le corto otro de los hombres – entregue al niño –

– ¡No! – grito sintiendo como James se removía entre sus brazos, estaba despertando – no voy a entregarlo – aclaro.

– Entonces se lo quitaremos por la fuerza – respondió otro acercándose desde otro ángulo –

Shuri sintió las lágrimas de frustración acumularse en sus ojos cuando comenzó a luchar sin soltar a James, había mordido a uno de ellos cuando jalaron la mata con fuerza. Un hombre la sostenía desde atrás y otro comenzaba a tirar de sus brazos para que soltara al niño, comenzó a patear para todas dirección con desesperación, escucho un chillido por parte de James y entro en pánico.

Our Secret (Romanogers)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora