She's a Problem

Capítulo 20: Baila conmigo

Una caricia lenta, sentía las yemas de unos dedos acariciando mi piel, haciéndome estremecer.

Continué bailando, sentía mi respiración agitada pero intente ocultarlo, aunque falle al sentir un calor irradiar detrás de mí.

No me atreví a voltearme, porque algo me decía que no lo hiciera.

-Hola, bonita- Susurro detrás de mí, con una voz ronca que hizo que me tensara. Y lo peor es que yo conozco esa voz.

Sentí un nudo en mi garganta y por un segundo la música se silencio en mi cabeza, queriendo permitirme a mi misma analizar todo lo que estaba sucediendo.

Pero no pude, y menos cuando él me tomo de la cintura y comenzó a hacer perfectos círculos con su dedo índice sobre mi piel.

Podía sentir mi piel erizada, y aunque quisiera ahora mismo pegarle para que se alejara, no podía. Nunca se había puesto tan cerca de mí, y ahora se sentía repentinamente…, bien.

Justin coloco sus ambas manos en cada uno de mis brazos, acariciándolos de arriba abajo mientras ronroneaba en mi oído, y yo, ignorando unas sensaciones extrañas en mi estomago, me voltee y lo encare.

Mis ojos cayeron de su sonrisa ladeada a su cuerpo, llevaba un traje puesto. Pero no era del todo formal, tenía su toque de rebeldía, lo que le quedaba muy bien teniendo en cuenta que Justin Bieber es todo menos un caballero.

Volví a sus ojos como la miel, sumergiéndome unos segundos en ellos, luego deje que mi ceño fruncido hablara por mí, ya que yo no podía gesticular ni una sola palabra.

-¿Qué? ¿No creíste verme aquí?- El seguía sonriendo con esa sonrisa tan suya, con la cual podría ganarse unas cuantas piernas abiertas. Pero no conmigo.

A pesar de todo, inclusive de esa sensación que me invadía al estar junto a él, sabía quién era el.  Y sé que Justin Bieber es un tarado.

Rodee los ojos, dispuesta a irme, pero Justin me tomo del brazo y me acercó tan fuerte a el que hizo que me golpeara contra su pecho.

Di un respingo y lo escuche reír ligeramente, claramente divertido con mi situación.

Ahora mismo me sentía muy diminuta a su lado, puesto que el parecía gigante desde aquí.

Levante la vista encontrándome con su mirada brillosa y una perfecta sonrisa, la cual me estremeció.

Maldito Alcohol que me hace olvidar todo lo negativo de él.

Maldecía el momento que decidí no ponerme los tacos de aguja, ahora estaría más alta si hubiera sido así.

-¿Qué quieres, Bieber?-Le pregunte, con miedo a que mi voz saliera cortada.

Justin deslizo sus manos a mi cintura y les dio un leve apretón.

Bufe para mis adentros, este chico no pude vivir sin tocar la piel de una mujer.

-¿Te he dicho que lo sexy que suenas cuando me llamas por mi apellido?- Susurro con su voz grave en mi oído, puesto que con la música no podía oírle bien.

Joder, cercanía, joder, cercanía.

Mis manos hicieron un intento fallido por alejarlo, tomándolo de su pecho, pero claramente el no se movió ni un centímetro.

Maldito seas Justin Drew Bieber Mallette.

Ya esta, mataría a Mónica por obligarme a una previa.

 Esas malditas sustancias no ayudan en estás situaciones.

Si fuera yo realmente, lo hubiera tirado al piso y le hubiera roto la nariz. No estaría ahí parada como una completa idiota mientras él me acaricia la cintura y me ronronea al oído.