Capítulo 18: Justin Bieber, esto te saldrá caro

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Me puse de pie y acomode mi ropa que me acababa de poner. Le eche otra mirada a Jasón y me quede así por unos segundos.

El estaba acostado aun durmiendo, su cabello se encontraba desordenado y su cuerpo estaba enredado en las frazadas.

Sonreí al ver su carita con sus cachetes aplastados.

Lo extrañaría, no mentiría.

Tome una hoja y una lapicera y comencé a escribirle la nota que le dejaría.

Los mejores momentos los pase junto a ti JJ, no creas que me olvidare de ti porque no será así. Voy a mantenerte en mis recuerdos todos los días de toda mi vida, siempre te quise y siempre te querré. Fuiste mi primero amor y es hora de dejarte ir, y lo haré. Esto no es una despedida, nos volveremos a ver. En un futuro en el que tu estarás con una vida nueva y yo también. No me busques, tampoco me olvides, prometo volver a visitarte. Pero has prometido que te graduarías y te casarías, cumple la promesa, por favor. Te amo, debo irme ya.

                                        Con mucho cariño, Katerina

Deje la nota sobre su mesita de luz junto con el desayuno que le prepare, su preferido; Omelette de jamón y queso, cappuccino con mucha espuma, dos tostadas con manteca y un jugo de naranja exprimido a mano.

Si, lo conocía al derecho y al revés.

Supongo que todo el mundo en un principio pensaba que éramos unos típicos adolecentes enamorados, viviendo en un capricho. Pero lo nuestro fue mas allá, incluso llegamos a hablar de compromiso.

Pero todo se fue a la mierda en cuanto supe lo que mi padre tenía planeado en mi contra y como resguardaba mi dinero mediante manipulación para que yo no pudiera retirarlo.

Así que aquí estoy, dejando a mi ahora ex novio para comenzar una nueva vida en otro país.

Y hablando de eso, mi vuelo sale en una media hora.

Me acerque a Jasón y plante un corto beso en su mejilla, el se movió un poco pero no se levanto. Le mire una última vez, recordando todo de él y salí de la casa.

Me monte en el coche y maneje a todo lo que daba hacia el aeropuerto, no sea cosa que ahora perdiera mi vuelo.

Para mi suerte, en unos quince minutos ya estuve ahí, por lo que deje que uno de los trabajadores del aeropuerto volviera a estacionar mi Mustang en su lugar y arrastrando mi pequeña valija corrí a montarme a aquel avión.

Había pensado en todo durante el viaje y había logrado aclarar mi mente. Gracias a Dios.

La vida que había dejado atrás la extrañaría, no lo negaría, pero no lo vería como algo negativo sino como algo positivo.

Respecto a Jasón comprendí que si lo amo, pero siempre lo ame mas como una relación de amigos. Porque si bien nosotros éramos pareja, éramos más mejores amigos cercanos que otra cosa.

Si bien había tenido relaciones con él y no podíamos no unir nuestros labios, siempre fue por el cariño que sentíamos el uno hacia el otro.

Jasón sabe todo de mí, y no exagero, le conozco desde jardinera, nuestras madres eran mejores amigas. Hasta que sucedió lo que sucedió.

Jasón me ayudo a superarla, en la escuela ambos molestábamos a todos con que éramos novios, y cuando las niñas se les acercaban y él no quería nada siempre decía “Lo siento, tengo novia y es la hermosura de Katerina”, totalmente orgulloso.

Todo siempre empezó como una broma, luego aparecieron sus celos en la secundaria y él me pidió para ser su novio, puesto que no soportaba los ojos de otros en mí. Recuerdo que aquel día fue la primera vez que vi de esa manera a Jasón, y me encanto. El comenzó a ser más atento y romántico, no se pasaba de baboso por suerte, pero me dedicaba toda la atención del mundo. Era tierno y al saber todo de mí, no tenía problemas al arreglar citas o cualquier cosa.

She's a ProblemDonde viven las historias. Descúbrelo ahora