Capitulo 15:Que comience el juego, cariñitos

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-No puedo, Mónica-Le dije mientras continuaba quemando los documentos que Megan me había dado. Los había leído suficientes veces como para que mi cerebro se pudriera de información.

-Vamos, hace mucho que no salimos, es solo una noche- Me rogo ella detrás de mí, queriendo que salgamos a bailar.

Pero justo hoy no podía, porque hoy era la noche.

-Estoy ocupada, Mon, ¿tal vez mañana si?- Le volví a repetir, ya tenía que comenzar a aprontarme, Justin vendría a por mí en una hora y media.

Ella se mantuvo en silencio, y cuando me voltee la vi cruzada de brazos y con el ceño fruncido.

Mierda.

-¿En que estas metida ahora?-Preguntó sin mas.

Suspire, tarde o temprano iba a pasar.

-Necesito que confíes en mi, ¿sí? Te diré cuando vuelva, pero debes confiar en mí- Le dije, su ceño se relajo y ahora su rostro se tiñó de preocupación –No quiero que te lastimen, ni a ti ni a ninguno de los chicos, por eso mantendré lo sucedido en secreto.

Ella me miro a los ojos, intentando descifrar de qué se trataba todo. Finalmente suspiro, se cerco a mí y me abrazo.

-Ten mucho cuidado- Me susurro –Intenta que no te maten ¿de acuerdo?

Ella se aparto y me tomo por los hombros, esperando una respuesta.

Asentí con la cabeza, dudosa.

-Dilo- Se quejo.

La mire a los ojos y note que si estaba preocupada por mí, por lo que sonreí.

-Si- Dije.

Ella suspiró y luego de una sonrisa más, se fue.

Agradecía tanto que Mónica no se metiera en mis negocios y no se pusiera tan curiosa.

Corrí a mi habitación y me deshice de mi ropa, después me dirigí a mi armario y saque de allí mi vestido plateado.

Se trataba de un vestido largo con un escote en V pronunciado y un corte a un costado en la caída que dejaba ver parte de mi piel.

Era un vestido muy elegante, y era excelente para la ocasión.

Ya saben, hay que hacerse pasar por clientes con dinero.

Con dinero, si, clientes, no.

Comencé con mi cabello, peinándolo de un lado y arreglando mis ondulaciones, dejándolas perfectas y sin un pelo parado.

Seguí con el maquillaje, lo más sencillo que pude; base, brillo labial, rímel y sombra clara con brillos en mis párpados.

Termine de ponerme las caravanas y luego me abroche las sandalias también plateadas. No sin antes colocarme mis guantes plateados y largos para el “conjunto”.

No quería dejar huellas en nada ¿no?

Después de una hora ya estaba lista, completamente lista.

Camine hacia mi bolso de mano, en el que se encontraba mi cedula de identidad falsa y blackberry, que solo uso para este tipo de cosas.

Me dirigí al cajón de la mesa de luz y al abrirlo mi arma apareció a la vista.

La tome y gracias al corte del vestido en la pierna, me fue fácil colocarla a un costado. Ahora mismo agradecía que el vestido tuviera ese tipo de lazo de gran tamaño, pasando por desapercibido el pequeño relieve del arma.

Y fue enseguida cuando el timbre sonó.

Me mire en el espejo y suspire una vez más.

Sería una noche larga. Y yo estaba jodidamente lista para esto.

She's a ProblemDonde viven las historias. Descúbrelo ahora