Capítulo 32: Lo siento, Justin

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El rostro de Justin se volvió pálido y sus labios se entreabrieron, su vista quedo perdida por unos segundos y luego volvió sus ojos a mi, sin demostrar nada en absoluto.

Sobre su hombro, note a un hombre apuntando hacia Justin, pero en cuanto vi la sangre que circulaba de allí, lance un grito, el cual salió ahogado por el nudo en mi garganta.

El cuerpo de Justin se debilito y yo caí al suelo, llevándolo a él conmigo mientras aguantaba las lagrimas.

-Justin, por Dios, Justin- Lloriquee sosteniendo a Justin por su rostro e intentando que me mire –No, no, no, no, no, Justin, por favor.

Sentí las lagrimas correr por mis mejillas, y grite desesperada en cuanto alguien tomo del brazo a Justin, arrastrándolo lejos de mi.

Justin se quejo de dolor, puesto que lo tomaron del hombro lastimado, aquel grito de dolor hizo que apretara mis ojos y con toda la furia comenzara intentar soltarme de unos brazos que me mantenían en mi lugar.

-¡Suéltenlo, joder!- Llore, a unos metros de mi, el hombre comenzó a embestir su pie en el estomago de Justin, luego se arrodillo y sus nudillos viajaron a la cara de Justin. Tuve que apretar los ojos cerrados otra vez -¡No, por favor, por favor, lo van a matar!

Seguí sacudiéndome, pero no logre nada, aquel hombre me tenía en donde el quería.

Las lágrimas caían por mis mejillas y sollozaba alto cada vez que una patada incrustaba el cuerpo de Justin, haciéndome sentir lo que él sentía, haciendo que mi corazón se contrajera.

La mirada avellana de Justin se encontró con la mía entre las piernas de aquel hombre vestido de negro, y luego, sus ojos se cerraron.

-¡Basta!- Grite y llore, gritando de tal forma que el hombre que golpeaba a Justin dejo de hacerlo y se volteo a verme.

Sus ojos derramaban ira y confusión, y yo no podía dejar de llorar.

Piensa, joder, Katerina, piensa.

Volví mi vista a Justin, su hombro seguía sangrando y sabia que si no hacia algo rápido se moriría.

Apreté mis ojos con fuera y al abrirlos, suspire.

Sabía lo que debía hacer, y lo haría por Justin.

Solo había una manera de no verlo herido, solo una maldita manera.

-Si están aquí por su jefe- Sorbí mi nariz y seque mis mejillas, queriendo lucir fuerte –Deben saber que él no ha sido- Señale a Justin, mirando a uno de los hombres, quien me miraba expectante y queriendo saber a que me refería –Yo he matado a Jasón.

Apenas termine de decir aquellas palabras, sentí el gatillo de un arma desbloquearse y un cañón contra mis costillas.

Suspire. Relájate, me dije a mi misma.

-De esa manera- Hablo el otro hombre, el maldito que le pego a Jus. –Al Jefe le encantara jugar un poco contigo.

Este sonrió y el otro al lado mío rio bajito, acompañando a su amigo.

Trague saliva, intentando desaparecer el nudo de mi garganta. Mi mirada no se apartaba de Justin.

-Déjenme ver si está bien-  Señale con la cabeza a Justin casi rogando, su rostro se estaba volviendo mas pálido y eso me asustaba. Los dos hombres no respondieron nada, por lo que supuse que se negaban –Por favor, juro que si me dejan ayudarlo iré con ustedes sin inconveniente.

No lo olvides, todo esto es por Justin.

Los hombres intercambiaron miradas entre ellos y luego que sentí que el cañón no estaba en mi costilla, salí disparada hacia Justin.

She's a ProblemDonde viven las historias. Descúbrelo ahora