Capítulo 16.

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Había pasado gran parte de la tarde eligiendo las palabras adecuadas para redactar la carta

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Había pasado gran parte de la tarde eligiendo las palabras adecuadas para redactar la carta. Tenía sólo un par de hojas, por lo tanto no podía equivocarme demasiado. La releí una y otra vez hasta estar conforme, sin embargo siempre pensaba que podía estar mejor, pero eso me ocurría en todo lo que hacía.

Siempre fui muy perfeccionista, tenía continuamente todo planificado y me molestaba que algo no se cumpliera como lo había planeado. Nunca supe si de verdad me servía o no, ya que solía ser tanta mi obsesión de que todo salga perfecto, que me generaba un estrés totalmente innecesario

Antes era peor, sin embargo tras años de terapia pude manejarlo al menos un poco y hacer que ese rasgo se convierta, en lo posible en una ventaja de mi personalidad. De toda formas, la vida estaba llena de acontecimientos inesperados.

Mi primer gran decepción fue Giovanni, él había tirado por la borda todo el futuro que teníamos planeado, había desechado mis ilusiones y mis sueños... y me tuve que recuperar. Fue mi primer gran prueba y pienso que también y sobre todo fue una gran lección, porque me preparó para lo que estaba por venir, en un futuro no muy lejano.

Mi vida cambió en unos segundos y todos mis planes se estaban desmoronando de a poco. Mis sueños cada vez los veía más lejanos y me costaba pensar cómo y qué iba a hacer para salir de aquí. Aún Charles no aparecía, seguía el caso igual. Giovanni me estaba arruinando más la vida abusando de mí y mi nombre seguía envuelto en un gran escándalo. 

Observé que la carta comenzaba a mancharse de mis lágrimas y me cubrí el rostro con mis manos.

Ya no le encontraba salida a toda esta situación. 

Sentí unos pasos que se acercaban y rápidamente comencé a secarme las lágrimas con el puño del uniforme naranja. Hope me miró y negó con la cabeza, parecía frustrada y enojada por mi actitud. 

— ¡Basta! ¡Párate y deja de llorar! —  exclamó tirando de mi — Eres mujer... ¡Lucha! Camina con la frente en alto y demuéstrale a cada persona que te hizo sufrir, que tienes los ovarios más grandes que su egocentrismo... ¡Esa es tu mejor venganza! 

La observé por unos segundos luego de escuchar su consejo. Hope siempre me había parecido una mujer fuerte y poderosa. A pesar de que había cometido sus errores, ella no se dejaba pisotear por nadie.

La rubia colocó sus manos en mi rostro y me miró fijo.

— Si de verdad eres inocente, no estés como un perrito mojado todo el día. Hay un hijo de perra que te quiere arruinar la vida, no le des el gusto.

Sonreí por sus palabras y asentí con la cabeza. ¡Tenía razón! ¡Joder que la tenía! Ya era momento de parar de llorar y hacerme respetar. Iba a salir de aquí, iba a limpiar mi nombre e iba a ser pagar al todos aquellos que intentaron arruinarme y no pudieron. Esto no podía terminar así, no podía ser tan fácil para todos aquellos que estaban mofándose de mi tragedia, los iba a arruinar sin importar el tiempo que eso me llevara. 

• Código de Ética - (Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora