La hermana de Percy Jackson.

Capitulo 10: Atenea

Regrese a la cabaña y como esperaba Luke estaba ahí.

"Mmm...Hola Luke"

"Oh Beth, ¿Ya has recorrido el campamento?"

"Si, pero la verdad aún sigo confundida"

"Bueno eso es normal hermosa". Otra vez me llamo hermosa! Moriré, si no lo hice con el Minotauro lo hare por él.

"¿Beth?". Oh no! Por estar en mi mundo no escuche que me ha dicho.

"Mmm?"

"Jajaja te decía que si tienes dislexia y TDHA"

Traté de tragar mi vergüenza. "¿Qué tiene eso que ver con nada?"

"En conjunto, es casi un signo seguro de que eres una semidiosa. Las letras flotan fuera de la página cuando lees, ¿verdad? Eso es porque tu mente está cableada para el griego antiguo. Y el TDHA, eres impulsiva, no puedes quedarte quieta en el aula. Esos son tus reflejos en el campo de batalla. En una pelea real, ellos te mantendrían vivo. En cuanto a los problemas de atención, es porque ves demasiado Beth, no demasiado poco. Tus sentidos son mejores que los de un mortal regular. Por supuesto, los maestros te quieren medicada. La mayoría de ellos son unos monstruos. Ellos no quieren que los veas como lo que son. "

"Hablas como... ¿pasaste por lo mismo?"

"La mayoría de los niños de aquí lo hicieron. Si no fueras como nosotros, no podrías haber sobrevivido al Minotauro, y mucho menos la ambrosía y néctar."

"Ambrosía y néctar. Pero espera yo no luche contra el Minotauro, fue Percy, yo solo me la pase entre inconsciente y con ataques de adrenalina"

"Primero. La comida y la bebida que te estábamos dando para mejorarte. Esas cosas matarían a una chica normal. Esto habría regresado tu sangre al fuego y tus huesos a la arena y tú estarías muerta. Segundo. Esos ataques de adrenalina son a lo que me refiero, tu parte divina busca sobrevivir"

"Joder, creo que iré a dar una vuelta. Yo... necesito asimilarlo".

Me di media vuelta pero de inmediato sentí sus dedos enredarse en mi muñeca, solo alcance a contener la respiración.

"No te recomiendo andar sola, Clarisse y sus hermanos están un tanto molestos después de que tu hermano casi los inunda en el baño, así que tal vez quieran cobrar venganza contigo".

"Así que de eso hablaba bobabeth..."

"¿Quién?"

"Annabeth, por alguna razón la chica no me cae muy bien."

"Ya veo...". Se puso algo serio, supongo que bobabeth era su amiga, o eso espero.

"Lamento llamarla así", en verdad no lo sentía, pero si él se pondría así cada que le dijera bobabeth, sería mejor controlarme.

"No te preocupes, suele pasar, es solo que Annabeth y yo hemos compartido mucho". La sonrisa de adorno su rostro no me gusto para nada, ósea que si son algo, o lo fueron.

Después de eso Luke decidió mostrarme los lugares del campamento, me mostró la tienda de metal (donde los chicos hacían sus propias espadas), el cuarto de artes y oficios (donde los sátiros lanzaban chorros de arena a una estatua gigante de mármol de un fauno), y el muro de escalada, que de hecho consistía de dos paredes cara a cara que se sacudían con violencia, rocas caían, se esparcía lava, y chocaban la una con la otra si no llegabas a la cima con la suficiente rapidez.

Finalmente regresamos al lago, donde el camino llevaba de vuelta a las cabañas. Disfrutamos mucho el recorrido, la verdad es que no la pasamos haciendo bromas entre nosotros y me hizo contarle mi vida entera, aunque por alguna razón él no hablo mucho de la suya se limitó a decir que fue difícil.

"Tengo que ir ayudar en las clases de espada, deberías de pasarte por ahí, necesitas comenzar a entrenar.
Después de que tu brazo sane por completo"

"Si ya veré..."

"Eres una floja!". Lo admito, era una floja, pero es que si él estaría ahí, terminaría matándome con un palo, por distraerme pensando en su belleza.

"Culpable!" Dije poniendo mi mano derecha abierta a la altura de mi cabeza.

"Debería castigarte por eso", y comenzó a hacerme cosquilla.

Yo solo pedía que parara, y no paraba de reír, sentía que me haría pis.

"Bien, bien te veo en la cena, recuerdas la hora?"

"Si, siete treinta"

"Y cómo llegas?"

"Solo tengo que seguir de la cabaña el pasillo hacia el comedor."

"Correcto, Adiós hermosa", me dio un beso en la frente, y yo? Bueno yo me quede ahí viéndole marchar.

Estuve como una hora dando vueltas por el campamento hasta que me encontré a Percy con Bobabeth y no me quedo de otra más que quedarme a escuchar su plática, por lo menos no era la única obligada, bobabeth también tenía cara de desagrado.

"Entonces... soy un Dios," dijo Percy. "Mitad Dios."

Bobabeth asintió. "El padre de ustedes dos no está muerto, chicos. Es uno de los del Olimpo." Dijo señalándonos.

"Eso es una locura." Dijo Percy.

"Estoy de acuerdo contigo hermano", la verdad es que seguía sin creérmelo.

"¿Lo es? ¿Qué es lo más común que los dioses hacían en las viejas historias? Corrían a enamorarse de los humanos y tenían hijos con ellos. ¿Tú crees que han cambiado sus hábitos en los últimos milenios?"

"Pero esos son solo...", parecía que por primera vez pensaba en lo que diría, así que decidí quedarme callada. "Pero si todos los chicos aquí son mitad dioses..."

"Semidioses," interrumpió bobabeth. "Ese es el término oficial. O mestizos."

"¿Entonces quien es tu papá?", pregunte, pues claro seguramente ella tampoco sabia y ahora venía a dárselas de toda poderosa.

Sus manos se apretaron alrededor de la barandilla del muelle. Tuve la sensación de estaba enojada, y eso resultaba agradable.

"Mi papá es un profesor en West Point," dijo ella. "No lo he visto desde que era pequeña. Él enseña historia americana."

"Él es humano." Dijo Percy.

"¿Qué? ¿Asumes que tiene que ser un hombre Dios que encuentre una mujer humana atractiva? ¿Cuán sexista es eso?"

"¿Quién es tu mamá, entonces?", dijo Percy apresurado, posiblemente tratando de evitar un conflicto.

"Cabaña seis."

"¿Es decir?"

Annabeth se enderezó. "Atenea. La diosa de la sabiduría y la batalla."

Okey, pensé. ¿Por qué no?

"¿Y nuestro papá?", pregunte.

"Indeterminado," dijo Annabeth, "Como te dije antes Percy. Nadie sabe." La pregunta la hice yo!!

"Excepto mi madre. Ella sabía.", oh Percy!, sentí mucha tristeza, últimamente pasaba mucho esto de que lo que sentía él o yo, el otro también lo sentía, quería pensar que era empatía.

"Quizás no, Percy. Los Dioses no siempre revelan su identidad."

"Mi papá lo habría hecho. Él la amaba.", eso dolió, de pronto me sentí una bastarda.