La hermana de Percy Jackson.

Capitulo 11: Amiga

Después de eso Annabeth nos dio una mirada cautelosa.

Supongo que ella no quería reventar la burbuja de Percy.

"Quizás tienes razón. Quizás él envíe una señal. Esa es la única forma de estar seguros: tu padre tiene que enviar una señal reclamándote como su hijo. A veces sucede."

"¿Quieres decir que a veces no pasa?", dijo Percy.

Annabeth pasó su palma por la barandilla del muelle.

"Los dioses están ocupados. Ellos tienen muchos hijos y ellos no siempre... bueno, a veces no se preocupan por nosotros, Percy. Nos ignoran."

Eso me dolió aún más, por el hecho de que Percy me había hablado de ciertas conexiones que hubiera asegurado eran de papá, yo nunca sentí nada parecido, yo estaba sola.

Aunque es injusto decir eso, tengo a mamá, a Kevin y a mi padrastro.

"Entones estoy atascado aquí," dijo Percy regresándome al mundo real. "¿Eso esto todo? ¿Por el resto de mi vida?"

"Hey! Que no eres el único... te recuerdo que yo corro tu suerte".

Estaba enfadada, quería a mi mamá, no quería estar aquí, quería regresar con Yoselyn, mi amiga de Yancy. Quería mi vida... nunca pensé lo mucho que llegaría a valorar eso. Y ahora estaba encerrada aquí, en este campamento a la espera de que un hombre que nunca se presentó en mis cumpleaños, o me dio un abrazo cuando tenía miedo, o me enseño a andar a bici, se resigne a reclamarme como su hija... claro si eso pasaba.

"Depende," dijo Annabeth. "Algunos campistas solo se quedan por el verano. Si eres hijo de Afrodita o Deméter, probablemente no tienes una fuerza de gran alcance. Los monstruos puede que te ignoren, así que puedes pasar unos meses de entrenamiento de verano y vivir en el mundo mortal el resto del año. Pero para algunos de nosotros, es muy peligroso para vivir. Somos rondadores por año. En el mundo mortal, atraemos a los monstruos. Ellos nos sienten. Ellos vienen a retarnos. La mayoría del tiempo nos ignora hasta que somos lo suficientemente grandes como para causar problemas, como de diez o once años, pero después de eso, la mayoría de los semidioses vienen aquí, o son asesinados. Algunos se las arreglan para sobrevivir en el mundo exterior y se vuelven famosos, créeme si te digo los nombres, los reconocerías. Algunos ni siquiera se dan cuenta que son semidioses. Pero son muy pocos."

"No tengo idea si debo agradecer que los monstruos aun no me tengan interés o maldecir el hecho de que si eso pasara no sabría qué hacer", dije para mí, pero Annabeth me escucho a lo que solo se limitó a verme y pude ver que ella se sintió igual alguna vez, lo que me llevo a disminuir mi odio hacia ella un poquito.

"¿Entonces los monstruos no pueden entrar aquí?", al parecer Percy estaba empeñado en demostrar su indignación.

Annabeth sacudió su cabeza. "No a menos que sean intencionalmente atrapados en el bosque o convocados aquí por alguien."

"¿Por qué alguien invocaría monstruos?"

"Peleas de prácticas. Bromas."

"¿Bromas?"

"Si como la tuya en el baño con esa tal Clarisse, la cual tal vez cuando me vea quiera lanzarme a los monstruos", ok en definitiva estaba enojada.

"El punto es, los bordes están sellados para mantener a los monstruos y a los mortales afuera. Desde afuera, los mortales ven el valle y no ven nada inusual, solo una granja de fresas." Interrumpió Annabeth, intentando no crear una discusión en medio del campamento.

"Me voy". Necesitaba calmarme o esto sería Troya.

"Beth", dijo Percy sujetándome la mano. Pero Annabeth le dijo que mejor me dejara sola, según al ser más pequeña me costaba más trabajo aceptar esto... tenía razón.

Caminando por la playa pude ver a una chica, parecía de mi edad, y estaba llorando, Por un momento me pregunte si también era nueva, y aun no la reclamaban, así que buscando alguien que me entendiera me acerque.

"Hola, estas bien?"

"Oh, hola, si no te preocupes", me sonrió, pero sus ojos aun soltaban lágrimas.

"Ya...", no quería insistir tal vez era muy tímida.

"En realidad si me pasa algo... mis hermanas no dejan de decir que soy una decepción para mamá, pues al contrario de ellas no me gusta arreglarme tanto, y tampoco cuidar de mi belleza, yo prefiero entrenar o jugar con los chicos en la cancha, y por eso ellas parecen odiarme", conste que no insistí ella sola lo soltó todo.

"Tu mamá es Afrodita?", creo que era obvio, que otra diosa se preocupa por eso?.

"Si... entiendes lo difícil que es?"

"Bueno de haber sido reclamada, tal vez"

"Oh por Afrodita!... lo lamento tanto no era mi intención, soy Alexandra", me sorprendió la rapidez con la que cambiaba de ánimo.

"Soy Beth"

Algo que me llamo bastante la atención fue su collar, lo había visto en Annabeth y también en Luke, estaba segura que otros campistas lo traían también, sería que tenía que ir por uno?

Supongo que no soy muy discreta, porque de inmediato Alexandra lo tomo en sus manos y me lo mostro mejor. Era un collar de cuero con tres cuentas de barro de diferentes colores.

"He estado aquí desde que tenía ocho," dijo ella. "Cada agosto en el último día del periodo de verano, recibes una cuenta por sobrevivir otro año. Yo llegué aquí con mi hermano gemelo Alexander, muy original cierto?."

"Jjaja creo es normal eso en los gemelos, ¿Por qué vinieron tan jóvenes?"

"Oh lo normal, monstruos siguiéndonos, en cuanto papá nos dijo quién era nuestra madre, los monstruos llegaban a diario, solo huíamos, pero al final papá no tuvo más que traernos aquí."

"Oh." Me quedé allí por un minuto incómoda de silencio. "Así que... ¿Puedo salir caminando de aquí sí quiero?"

"Sería suicidio, pero podrías, con el permiso del Señor D o Quirón. Pero ellos no te darán permiso hasta el final del verano a menos..."

"¿A menos...?"

"Se te conceda una búsqueda. Pero eso difícilmente sucede. Como sabes no muchos sobrevivimos y más a nuestra corta edad, mira entiendo que extrañes a tu papá o mamá, pero créeme es mejor estar aquí seguros que allá afuera y de paso poniendo en riesgo a tu familia", pensé en Sally, ella había luchado por mantenernos vivos, incluso a mí que no tenía responsabilidad, yo que era la otra hija del amor de su vida.

"Tienes razón, supongo que solo me queda luchar por vivir, y para eso tengo que entrenar"

"Adaptación después de todo querida"

Adaptación, una palabra que en este momento me ayudaría a no volverme loca.

"Beth, vamos es hora de comer, imagino que debes estar muerta"

Alexandra tomo mi mano y me llevo con ella al comedor, empezaba a creer que inconscientemente había encontrado una amiga.