La hermana de Percy Jackson.

Capítulo 49: Un mensaje importante.

Esto puede sonar ilógico... Pero soy hija de Poseidón! Nada es lógico aquí!!!

Comencé a gritar y a la velocidad en la que íbamos, lo cual me parece increíble tratándose de un tiburón, mi voz se volvió ondas en el agua.

Al final nuestro transporte nos depositó en el borde del océano adecuado, cuando el banco de arena caía en un abismo enorme. Era como estar de pie en el borde del Gran Cañón, a medianoche, no siendo capaz de ver mucho, pero sabiendo el vacío estaba justo ahí.  La superficie brillaba tal vez unos cincuenta metros más arriba. Yo sabía que debía haber sido aplastada por la presión. Por otra parte, como dije antes no existe lógica alguna si eres un semidios.
Me preguntaba si había un límite a cuán profundo podía ir, si pudiera hundirme hacia el fondo del Pacífico.

Entonces vi algo que brillaba en la oscuridad, a continuación, cada vez más grande y brillante, mientras subía hacia nosotros. Por mero instinto me corrí a un lado de Percy y el puso una posición rígida, preparado para cualquier cosa.
Pero entonces una voz de mujer, como la de Sally habló: "Percy Jackson".

A medida que ella se acercaba, su figura se hizo más clara. Tenía cabello negro, un vestido hecho de seda verde. Luz parpadeaba a su alrededor, y sus ojos eran distraídamente hermosos que casi no noté el tamaño del caballito de mar en que viajaba.  Ella desmontó. El caballito de mar y el tiburón mako se retiraron rápidamente y comenzaron a jugar a algo que parecía identificativo.

La dama bajo el agua sonrió. "Han venido de muy lejos, hijos de Poseidón. Bien hecho." 

"Eres la mujer que nos habló en el Río Mississippi. La que nos pidió venir aquí!"

  "Sí, hijos del agua y la vida. Yo soy Nereida, el espíritu del mar. No fue fácil aparecer hasta río arriba, pero las náyades, mis primas de agua dulce, me ayudaron a mantener mi fuerza vital. Ellas honran al Señor Poseidón, aunque ellas no sirvan en su corte." 

"¿Y... tu sirves en la corte de Poseidón?", Le di un codazo en las costillas.

"Auch!", Percy comenzó a frotar la zona donde le golpe. "Para ser tan pequeña tienes mucha fuerza"

"Olvidas que nos pidió venir aquí por orden de tu papá"

"Que también es el tuyo" murmuró por lo bajo, pero me limité a ignorarlo.

"Entonces, que desean?", Pregunte.

"Ha pasado muchos años desde que un hijo del dios del mar ha nacido. Y ahora existen dos. Los hemos observado con gran interés."

Entonces recordé las veces que iba a la playa con mi mamá y Kevin. Todas esas veces que creí ver caras en el agua y de forma inocente creí se trataban de sirenas, y que eran mis amigas. Ahora tiene sentido porque me saludaban... Dioses mi vida ha sido rara.

"Si mi padre está tan interesado en nosotros", habló Percy, "¿por qué no está aquí? ¿Por qué no me habla?". Una corriente fría surgió de las profundidades. 

"Eso es simple, por qué ahora nos necesita", respondí sin pensar.

"No juzguen al Señor del Mar con demasiada dureza",dijo Nereida. "Él esta al borde de una guerra no deseada. Tiene mucho en lo que ocupar su tiempo. Además, le está prohibido ayudarles directamente. Los dioses no pueden mostrar tal favoritismo."

"¿Incluso a sus propios hijos?", Me reí, pero fue más una risa sin gracia.

  "Sobre todo a ellos. Los dioses pueden trabajar sólo por influencia indirecta. Por eso les doy una advertencia, y un regalo". 

Ella nos tendió la mano. Cuatro perlas blancas brillaban en su palma. 

"Sé que viajarán al reino de Hades", dijo. "Pocos mortales han hecho esto y sobrevivido: Orfeo, que tenía una gran habilidad musical, Hércules, que tenía una gran fuerza, Houdini, que pudo escapar hasta las profundidades del Tártaro. ¿Tienen estos talentos?”