Una vida, un pétalo, quizá todo
Volaron fuerte en mi habitación
Conociendo nuestros cuerpos,
Mi alma, la tuya exhausta quedaron.
Sé que deseabas alcanzar
Un verso y mi placer,
Y dormidos entre tinta blanca
Manchando nuestro cuerpos.
Desperté, era un sueño
Junto a mí, una taza, un café
Y los besos que me diste
No existían, al igual que mi propia existencia.