Desvanece el alma mía.
Busqué un verso sutil, delicado
luz tenue naciente del alma suya
como gota encantada de letras
se oyó a lo lejos, un poeta.
Acarició mi ausencia con sus manos
vistió el alma mía con sus besos
de papel, de tinta viva me vistió;
no alcanzó mi desnudez.
Besé alma suya, como loca
tocando el sonido que corteja
la ausencia de los dos
almas bandidas, almas ausentes.
Volando al abismo, caí en su piel
el óbito mío, sombra en gritos
me exigen un solo poema más
de esos locos, raros, como su ausencia...