Kakashi Hatake, el actual Hokage de la Aldea de la Hoja descubre a través de una carta enviada por el Raikage de la Aldea de la Nube que tiene un hijo, el cual tuvo con una chica que conoció al terminar la Cuarta Guerra Mundial Shinobi.
La carta es...
— Bien, al parecer todo esta listo. Debemos darnos prisa, esos ninja ya debieron notar su desaparición y comenzaran a buscarla — Dijo Rinji al tiempo que nuevamente se colocaba su máscara y junto con los otros cinco sujetos realizaba sellos de mano, lo que hizo que las antorchas pareciesen apagarse, pero volvieron a encenderse pero esta vez las llamas eran azules y el aire pareció enfriarse.
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— Sabes querida, aunque para la mayoría del Clan seas una traidora por huir, quiero que sepas que te lo agradezco...— aclaro Rinji al tiempo que se colocaba a la cabecera de Suzuki, justo detrás de aquel cofre —A decir verdad, nos ahorraste muchos problemas — Al oír aquello a Suzuki la embargo un sentimiento de profunda culpa al haber bajado tanto la guardia y dejarle todo el trabajo a sus amigos y al Raikage — Ahora, gracias al pequeño bastardo que crece dentro de ti, podremos devolverle al Clan Senju su antigua gloria —
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En ese preciso instante Suzuki reacciono — ...Mi...bebé...¡No¡¡No por favor! ¡Por favor padre, no lo hagas, no funcionará! ¡El...! — Los 6 enmascarados se rieron al mismo tiempo.
— Suzuki, hahahaha, en verdad no puedo creer que seas tan estúpida — contesto su padre ella quedo en shock ante aquella respuesta. — En serio no te has dado cuenta de que el pequeño bastardo dentro de ti cumple todos los requisitos — De nuevo ella no pudo contestar. — Vaya, enserio que eres más inútil de lo que pensé, pero te felicitó, lograste lo que nuestros ancestros no, tú traerás a este mundo al portador del Demonio Kuroi — — !! Salve Kuroi !! !!Demonio portador de las tinieblas, aquel cuyo poder es inmenso!! — clamaron al unisono el resto de los enmascarados.
— !!No!!, !!No pueden hacerlo!!, !!Úsenme a mi, pero a mi bebé no!!, !!No por favor!!, !!El no tiene nada que ver en esto!!, !!Por favor, mi hijo no!!, !!No, no, no!! — Suzuki ante aquella situación no podía mas que suplicar desesperada, mientras las lágrimas volvían a correr por sus mejillas.
