Красная нить

III

Hola! Antes de comenzar, me quiero presentar. Me llamo Fer y me gustaría saber vuestras opiniones respecto al fic, para así seguir subiéndolo, mejorar algunas o simplemente no subirlo en caso de que no os gustara. Sé que muchos piensan ¿dónde está Lena? Pero tiempo al tiempo, que ya aparecerá.  Disfruten y no olviden de comentar o votar. :)




Yulia tenía una lucha interna para no quedarse dormida en clases, pues, aún ni llegaba al receso de las 11:00 am y gracias a la botella y media que bebió, el mundo se le hacía algo confuso, empezando por la voz distorsionada de la profesora de biología, la Sra. Lavrova, a quien le dejo de prestar atención. Y comenzó a observar a sus compañeros, sacando propias conclusiones – Somos 38 en el salón y somos tan diferentes, algunos son artísticos, humanistas, deportistas - como yo- , matemáticos, vagos y la princesita Mila Diatlova. Una señorita por excelencia, de modales y valores intachables. Que emana la ...

- ¿Yulia Volkova? – La morena aún seguía en su mundo, mientras una desesperada profesora caminaba a su lugar, rodeada por un silencio mortal - ¿Volkova? – sin tener respuesta por parte de la morena, aplaudió frente a su cara, tomándola por sorpresa, quien se retorció en un salto – ¡Tierra llamando a Volkova! ¿Puede explicarle a sus compañeros en que consiste la bomba de sodio y potasio?

- ¿La bomba de sodio y potasio? – dijo la morena con notoria confusión – No hemos visto eso Sra. La Brava, digo Ladrona, quise decir Lavrova – balbuceó Yulia, rodeada por un coro de carcajadas y una mirada reprobadora por parte de la profesora, quien no pudo hacer reproche alguno, para suerte de la morena, toco la campana y salió corriendo en dirección a la biblioteca, para tener tranquilidad y dormir un poco. - Al fin, podré recuperar un poco de energía para el entrenamiento de handball, espero que este miércoles podamos ganarle a la Escuela N° 110 de Moscú- Cuando la morena, buscaba el lugar más alejado y tranquilo de la biblioteca, pudo escuchar a una chica hablando ahogada en llanto y sin aguantar la curiosidad, miró entre el espacio de los libros hacía el pasillo donde se encontraba la chica.

- ¡No llores más! – le decía una chica desconocida, a una castaña de pelo lacio, quien estaba dando la espalda- Nunca te dije que lo nuestro fuese serio, tómalo como si fuese un experimento.

- Y si no era serio ¿por qué me enviabas flores y cartas? – decía la castaña, quien tenía una voz muy familiar para Yulia.

- ¿Qué tiene? Solo eran flores y palabras en un trozo de papel, que fácilmente llegará a la basura – expresó la desconocida, con una sonrisa burlona adornando su rostro – Me voy, no me busques.

- Fuiste, eres y serás una idiota arrogante – Fue lo que dijo la castaña a la desconocida, antes de que esta se retirara de la biblioteca. Yulia se quedó ahí observando a la castaña, quien seguía llorando y por muy sigilosa que fuese, la vibración de su móvil la traicionó, haciendo que tirara un par de libros por el susto y quedar al descubierto - ¡Volkova! ¿Cuánto tiempo llevas ahí? - decía nerviosa la castaña, quien velozmente limpió sus lágrimas.

- Pues... el suficiente, para prometerte que no diré nada Mila – sonrió de manera confidencial- No soy quien, para juzgar tu vida. Y si deseas conversar con alguien, puedes contar conmigo.

- Gracias Yulia, eres muy linda. ¿Podría entrevistarte este jueves? Eres una alumna relevante en la escuela y estoy segura, que muchos desean saber más de ti. - fue lo último que dijo Mila, antes de darle un beso en la mejilla a la morena y salir de la biblioteca.

- ¡Uy! Rompecorazones – susurraba Kolya a su oído - ¿Qué hacían juntas?
- ¡Kolya! ¿Qué viste y que escuchaste? – le decía la morena con cara escopeta o eso pensaba su amigo.

- Bueno, pues... no escuche nada, quería fastidiar – terminó por sacar la lengua. – Yuli, la verdad solo te buscaba para saber sí estabas bien. 

- Pues ...- decía la morena tocando su nuca, no muy  convencida- Mila me quiere entrevistar y no me dejó responder, solo se fué.