Rebecca Anderson, hija del Teniente Anderson y con un gran sueño; ser inspectora. Actualmente, a sus 18 años, está estudiando Bachillerato. Lleva una vida aparentemente normal, aún que suele ayudar a su padre con los casos, de forma secreta, claro.
...
Se pasaron las horas volando. Cuando pedimos la cuenta Adam fue al baño y la trajeron antes de que éste volviera. Además de la cuenta había una hoja doblada. La cogí, descubriendo una nota en su interior.
rA9 nos salvará.
Guardé la nota en mis bolsillos antes de que mi amigo volviera. Estábamos saliendo de la cafetería cuando me crucé con el que parecía que era el androide que ayudé la primera vez.
- Dejadme en paz - susurre cerca de él. Lo suficiente como para que me escuchara él y no mi amigo.
Cuando llegué a casa aún faltaba una hora para cenar. Solo estaba Connor. Estaba en el comedor, como siempre que estaba solo o nosotros dormíamos. Pero esta vez estaba sentado en el suelo, acariciando a Sumo.
- Le caes muy bien. - dije sentándome a su lado.- ¿Donde está mi padre?
- Hace una hora, aproximadamente, me dijo que se iba a comisaría a terminar unos informes. Dijo que no tardaría mucho y no era necesario que le acompañase.
- Vaya... si lo llego a saber hubiese venido antes para hacerte compañía.
- No te preocupes. He estado investigando sobre el comportamiento humano.
- ¿Ah, si? ¿Qué has descubierto? - dije con curiosidad y emoción.
Connor desvió su mirada hacía Sumo. Mantuvo silencio durante unos segundos, eternos a mi parecer.
- Rebecca... - volvió a mirarme.- ¿Puedo... p-puedo... besarte?
Eso me tomó por sorpresa. Los nervios hicieron acto de presencia provocando que ahora fuese yo la que desviase su mirada. Miré al suelo mientras notaba como mi corazón latía cada vez más fuerte y mis mejillas se tornaban carmesí. Después de unos segundos, asentí levemente con la cabeza.
Se inclinó hacia mi. Me dio un suave y delicado beso en los labios. Corto y tierno. Cuando nos separamos, aún estábamos cerca. Muy cerca. Volvió a besarme. Me tomó un poco por sorpresa, no pensaba que volvería a hacerlo. Pero a los pocos segundos le correspondí.
Connor ya no parecía un inexperto. Era como si hubiese besado toda su vida. El beso se intensificó una pizca mientras él, lentamente, se fue inclinando cada vez más, y más. Consiguiendo que acabásemos tumbados en el suelo, besándonos con una chispa de pasión.
Sus codos se apoyaban en ambos lados de mi cabeza, y mis manos se sujetaban a su espalda. Sin previo aviso, su lengua se aventuró, y acarició la mía. Convirtiendo aquel beso, que empezó suave y delicado, en un beso francés, en uno apasionado.
Solté un leve gemido de sorpresa que se ahogó en mi garganta. Estuvimos así unos minutos. Disfrutando de aquello. Connor finalizó ese beso. Pero, acto seguido, comenzó a besar mi cuello. Mi respiración era agitada, jadeante. Empezó a dar pequeños besos y mordiscos. Provocando que, inevitablemente, algún leve gemido escapara de mis labios. Me aferré a su ropa.
- Co...Connor... - comenzó a mordisquear mi oreja.- Ah... que... ¿Qué tipo de... ah.... comportamiento?
- El del amor...
Continuó besando y mordiendo mi cuello. Una de sus manos bajó a mi abdomen, teniendo la valentía de deslizarse por debajo de mi ropa, y acariciar mi piel.
TOC TOC TOC TOC TOC TOC TOC. Sonaron unos nudillos de forma desenfrenada en la puerta principal. Eran casi golpes.
Nos incorporamos. Era raro. Aunque el timbre no funcione, no hay necesidad de tocar tan furiosamente la puerta.
- ¿Hank?
No hubo respuesta. Abrí la boca para decir algo, pero no pude.
PUM PUM PUM PUM PUM PUM. Connor y yo nos miramos. Mi rostro reflejaba cierto temor.
![La hija del Teniente (Detroit Become Human FanFic) [COMPLETA]](https://img.wattpad.com/cover/151000600-64-k388059.jpg)