El viernes me desperté con una terrible resaca, pero tenía que ir a la escuela, además de que debía escapar de papá hasta tener una buena excusa... aunque ahora que lo pienso, tenemos otra conversación pendiente de hace algún tiempo... ojala también suceda así con esta.
Me he despertado una hora tarde y me tardo en arreglar otra más, por lo que llego a la escuela cuando todos los estudiantes ya han entrado al tercer periodo.
Camino por el pasillo, encontrándome con la directora, no es la primera vez que llego tarde y ella lo sabe, pero también sabe que no me marcharé de ahí solo porque sí, por lo que solo me da una mirada de desapruebo y continúa su camino.
En la hora del almuerzo estábamos hablando nosotras cuatro, riendo como maniacas y caminando por los pasillos.
-¿Vendrán esta tarde?- preguntó Marie mientras se posicionaba frente nuestro.
-Claro que sí- dijo Julieta dando un sorbo a su botella de agua.
-Sí, si es que no tengo problemas con mi padre- le respondí —Larga historia- me apresuré a decirles antes de que preguntaran.
-Perfecto, ¿Vendrás tú, Caro?- preguntó Marie.
-¿A qué?
-Es algo así como una comida familiar, me permitieron invitar a unas amigas, dime que vendrás
-No lo sé, tenía planes para después de la escuela, no sé si tenga tiempo
-Bueno, espero puedas llegar
El resto del día no fue tan aburrido como los demás. Fred tuvo que faltar a clases para dar tutorías a unos niños de primaria, y cuando los chicos de último año lo vieron le jugaron una mala broma. A Luis se le ocurrió hacer el ridículo tratando de impresionarme bajando las escaleras en su patineta. Además de ello, no pasó mucho.
En la tarde me alisté para ir a la reunión con Marie.
Me puse un vestido azul medianoche, de hombros caídos y falda suelta, un collar de moño algo llamativo color negro y mis zapatos de tacón negros, el resto de los accesorios, incluyendo bolsa, fueron plateados.
Llegué con Marie, quien ya se encontraba platicando con Julieta. Debería ser más puntual, siempre llego después de ellas.
Platicamos un poco, luego sirvieron la cena, pusieron algo de música. Fue muy lindo todo, pero también demasiado formal para mi gusto.
-Hey, Lili- dijo Julieta en susurros —No voltees, pero tienes un admirador
No hice caso a su consejo y volteé, un chico mucho más alto que yo y de un físico ilegalmente atractivo, estaba como para morirse. Él me miraba con su sonrisa superficial y yo le sonreí seguramente algo sonrojada. Y sin notarlo, él se acercó a mí.
-Mucho gusto- dijo cuando estábamos ya una en frente del otro.
Miré de reojo a mis lados y pude notar que me encontraba sola, perdí a mis amigas, pude visualizarlas riendo a un par de metros mientras me miraban "discretamente". Valla amigas que tenía.
-Hola- logré decir con una sonrisa tímida.
No estaba siendo cerrada a propósito, es solo que el tema de chicos ya estaba siendo muy recurrente en mi vida y debería alejarlo por un tiempo, pero tal parece que el destino quiere todo lo contrario.
-Mi nombre es Matías- dijo, tomando mi mano y besándola tiernamente -¿Con quién tengo el gusto de hablar?
-Liliana
Salimos al jardín para poder platicar más a gusto. Quién iba a pensar que un chico tan encantador como él iba a ser un genio matemático y computacional. Yo no tenía mucho que decirle sobre el tema, él lo notó y cambió de tema. Me sorprende que aun viendo mi ignorancia quiera pasar tiempo conmigo.
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Vida de una suicida
Fiksi Remaja¿Alguna vez has sentido que tu vida ha dado un giro de 360°? Mi vida lo hizo, antes, yo era una chica normal, como tu, se preocupaba por su belleza, por salir a divertirse con las amigas, y cosas superficiales. Pero de repente desperté a la realidad...