Capitulo 26: Happy blue - II

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Bueno al fin regreso, no ha pasado mucho, así que en esta ocasión no me disculpo :,v

El mundial me ha afectado tanto como a mi hermano jajaja

Este fic aún no tiene límite de capítulos planeado, espero ir aproximadamente a medio camino...

Buena lectura xD


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Había una vez, una bola de maza pequeñita acunado en una cuna de oro...

El pequeño con diminutas manos, traía en estas jugando aquel objeto inofensivo, pero sumamente costoso, que, de haber sabido su importancia, seguro al dar sus primeros pasos habría querido arrojar por la maldita borda...

O habría escondido cual perro a su objeto más valioso, para apartarse de la realidad...

Pero mala suerte que aquella bola de maza, estaba destinado a algo desde su nacimiento, hace tan solo un par de días...

Desgracia o fortuna, era el destino de aquel inocente ajeno a todo su entorno...

Por herencia sanguínea era el primogénito de la cadena, el siguiente heredero en la maldita línea...

Era el heredero de los Choi...


|°|°|


Mientras muchos a las afueras del castillo temblaban de frio, luchaban por un pedazo de pan, trabajan día y noche para poder vestir, el pequeño solo tenia que llorar un poco para tener en su habitación a más de 10 personas dispuestas a cuidarlo, a más de 3 guardias para asegurarse de su bienestar.

Y ese pequeño, sin conocimiento alguno de la diferencia...

Nunca supo si había sido una dicha o una desgracia estar de ese lado de la moneda...

Su madre era una hermosura y su padre un hombre respetado, pero...

En la mente de ambos se interponían los deberes que el pequeño príncipe debía ya cumplir, todavía aun si quiera podía si quiera sostener su propio biberón y este ya tenia una larga lista de deberes...

La infancia del menor era como un reloj de arena, con tiempo encima y si, con fecha de vencimiento antes de siquiera pensarlo.


|°|°|


Y a eso se le sumo él...

Aquel desagradable ser, aquel al que tuvo que llamar hermano...

Aquel al que odio y celo desde que llego a su vida...


-.-.-


Algunos le llamaron por su nombre, otros por algún apodo que le pusieron de niño, muchos otros le llamaron desastre y no les falta razón, yo le llame hermano.


La primera vez que le tenía de frente, el tan solo tenía horas de vida y yo con tan solo tres años, pero ahí estábamos los 2 por primera vez, yo con mis mofletes rojos y mi enorme sonrisa, el embobado, diminuto y más rojo aun todavía.

Reino ChoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora