Corazón de Vampiro ©

(♡) Capítulo 6 |Fiesta & Sangre|

Cambios.

Es lo que he tenido en las próximas veinticuatro horas. Nunca en mi vida le he contado mi secreto a nadie, y miren, nueve vampiros de los cuales, ocho no confío, lo saben. Algo que me hace pensar, en las cosas malas que me pueden pasar si uno de ellos llega a abrir la boca, será mi perdición, pero también será la de ellos. Siempre ha sido así, cada vez que un vampiro se enteraba de lo que soy, y abría la boca, lo asesinaba para tener más facilidad de escapar. No tenía a ningún soplón que conociera mi cara, es una ventaja para mí.

Hace casi nueve horas, los malditos que vinieron aquí, los Klyron, se marcharon, dejándome todo el desorden a mí, y un agujero enorme en la parte delantera de mi casa. ¿Porque los vampiros son tan destructivos cuando están juntos? No lo sé, pero, para mí sería por la bestialidad que llevamos dentro, de esa forma es que podemos hacer daño. Me di cuenta de eso, cuando el amor de mi vida murió en mis colmillos. La bestialidad de los vampiros es algo que nunca se conocerá completamente.

Rebeca me dio el número de una constructora, la cual llame, vinieron enseguida ya que los amenace. Construyeron la mitad, la otra mitad la van a construir mañana. Espero que un ladrón entre esta noche, tengo mucha hambre. He pasado unos dos días sin alimentarme bien, y necesito sangre para estar fuerte. Además, de que ahora me doy cuenta de que necesito a una mujer joven, que sea mi confidente y comparta mi casa, pero aquí seguramente no encuentre nada de eso. Pero la necesito. Aunque no sé en donde conseguir una a estas horas de la noche, casi son las nueve he imagino que todos andan de fiesta un sábado por la noche.

¡Eso es! Están de fiesta. También tengo que ir a una, bueno no tengo que ocultarme de los vampiros que están aquí. O eso creo.

Con mi velocidad vampírica, subo las escaleras, me quitó la ropa, me entró en la ducha, me baño bien con jabón, me lavo el cabello nuevamente ya que me lo ensucie en la pelea de esta mañana, salgo del baño ya seca, busco una ropa que sea ajustable a ir a una fiesta. Pero mejor algo simple, no me gusta llamar mucho la atención. Así que me decido por un vestido negro, que me llega a la parte alta de los muslos, apretado arriba y con una falda ancha abajo, tiene mangas de una tela transparente de un color oscuro. Unas zapatillas con un taco alto, y lazos que se amarran más arriba del tobillo, color negro también. Me aliso el cabello, haciendo ondas en las puntas. Tengo un cabello hermoso, es pelirrojo encendido aunque claro, lo tengo bastante largo. Maquillaje oscuro, me gusta las sombras oscuras, lápiz labial rojo vino, un collar que me regalaron en 1507 por alguien especial. Muy especial. Lista.

Sujeto las llaves del auto, y salgo de la casa, aun sabiendo que hay un enorme agujero en la sala. Me adentro en el auto y lo enciendo.

Estacionó delante del bar, que se ve que está lleno por el sonido de la espeluznante música que estas personas escuchan. Me gusta más el estilo de Elton John o los Bee Gees, esos sí son cantantes de verdad. Bajo del auto poniéndole el seguro, reviso mi bolso asegurándome que todo lo que necesito este allí, y si, todo está bien, mi teléfono y dinero están aquí. Estaré bien en la noche. Entro al bar, y me hundo entre las personas. Maldita sea. Sí que hay muchos cuellos en este lugar. Un cantinero pasa por enfrente de mí con una bandeja llena de chupitos. Lo detengo y me bebo los siete chupitos que en esta se encontraban. Necesito distraerme.

—Esos tragos no eran suyos—dice un indignado mesero mirándome mal.

—Busca otros, te pagan para eso—le hablo en el mismo tono indignado que él uso.

Desaparece sin decir ni una sola palabra. Camino entre las personas entrando más al lugar, miró a mí alrededor y sí que hay muchas personas aquí dentro. Bien ¡Me estoy volviendo loca! Es como estar en un paraíso cuando tienes hambre, veo a todas estas personas en forma de hamburguesas.