Corazón de Vampiro ©

(♡) Capítulo 11 |Beso y ¿Charla Emocional?|

Cansancio mental.

Mi mente se está cayendo en trozos, me han entrado tanta información en el cerebro que solo siento que este quiere explotar y salirse de mi cabeza. Como las matemáticas, es una materia muy difícil, parece sencilla pero es todo lo contrario, no me agrada para nada, aún no me han dado historia, imagino que seré la mejor en esa. No he hablado con los muchachos desde que me fui de la cafetería, ni siquiera he hablado con Samanta, no quiero hablar con nadie, solo quiero irme a casa.

Estar en la escuela, intentando ser alguien normal, un humano, no es lo mío. Olvidé como ser humana desde hace mucho tiempo, en lo único que en realidad soy buena es escapando, como lo hice en el almuerzo, escapar de los Klyron. Y se me da súper bien. Hasta me dio algo de sed, pero no puedo alimentarme aquí en la escuela.

—Hola—un chico guapo, de cabello rubio oscuro y ojos mieles se me acerca.

—Hola—menciono, dejándolo atrás, hasta que me detengo en donde supuestamente esta mi casillero.

Tengo la mochila realmente repleta de libros los cuales no tienen nada de importación, solo el de inglés tiene algunas historias interesantes escritas por irlandeses. No son tan malas.

— ¿De dónde eres?—pregunta el chico que aún está a mi lado.

— ¿Por qué no te has ido?—le digo haciendo voz cínica e irritada, no quiero hablar con nadie, y mucho menos un humano desconocido que puede ser mi cena en cualquier momento.

—Porque quiero conocerte—dice este acercando su dedo índice a mi cuello, haciendo que me aparte de él rápidamente.

— ¿Qué demonios...?—pero antes de que pudiera terminar la frase de odio, este pone su mano en mi nuca y me jala para darme un beso.

Unos dos segundos de estar sorprendida por el gesto, lo empujó haciendo que chocará con los casilleros que estaban detrás de mí, este se queda viéndome como si fuera un fenómeno, al igual que algunos que estaban allí. Los hermanos Klyron aparecen en la escena, segundos después.

¡Voy a matar a ese imbécil!

—Si vuelves a besarme, te arrancare algo más que las bolas ¿entendiste?—lo señaló con mi dedo acercándome a él en forma de advertencia. El asiente muchas veces algo asustado.

En cuanto intento apartarme, Alejandro llega rápido a donde está el chico que acababa de besarme. Alejandro lo sujeta del cuello del suéter para levantarlo y pegarlo con fuerza en la pared.

— ¿La besaste? ¿Quién te crees idiota? ¡Te mataré!—Alejandro está a punto de golpearlo pero este menea la cabeza a un lado haciendo que Alejandro golpee unos de los casilleros hundiéndolo un poco en el impacto.

Antes de que lo pudiera matar al humano con unos de sus puñetazos, me acerco atrapando su muñeca, deteniendo al puño que iba directo, está vez, a su boca, Alejandro voltea a mirarme, se ve mucha ira en sus ojos.

—No vale la pena, déjalo—le hablo con una voz demasiado dulce, ni siquiera sé cómo fue que me salió esa voz.

¡Me siento una enamorada tratando de hacer que su novio no golpee al idiota que la acaba de avergonzar en público! Estoy mal.

Alejandro se separa de él, haciendo que el chico cayera al piso sentado por lo alto que lo había levantado. Alejandro aún no ha quitado su mirada de la mía. Mire sus nudillos, tiene algo de sangre saliendo de uno.

— ¡Ven! Te sanaré eso—lo sujeto de la mano para sacarlo de allí.

Él me defendió, tengo que ser amable con él ¿o no? No lo sé. No sé porque estoy caminando con él, sujetando su mano, ni se porque lo detuve, por mi hubiera matado a ese humano idiota. Mis acciones involuntarias no me agradan para nada, porque no sé a dónde terminan, y mucho menos cómo. Era lo que me pasaba al lado de Henry, hacia cosas sin saber que las hacía, por eso termine enamorándolo y yo enamorándome de él, en el camino.