(♡) Capítulo 8 |Amigos y ¿Bromas?|

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Indecisiones.

Dos semanas han pasado desde que Samanta se mudó en mi casa, y ha sido muy divertido. Ahora estamos en una heladería, y Samanta aún no se ha decidido entre helado de chocolate o vainilla. Me tiene harta. Ya han pasado diez minutos y solo se queda mirando los dos helados como si fuera un arte verlos.

El de chocolate es delicioso, pero el de vainilla es dulce...—murmura Samanta como por quinta vez sin dejar de ver los dos helados—No me decido—dice ahora enojada volteándose hacia mí.

Suspiro viéndola a los ojos. No sé cómo me agrada está chica, y sí que me agrada. Me he dado cuenta de que es inteligente e interesante, además de que tenemos muchas cosas en común. Es como mi reencarnación pero en otro cuerpo. Suspiro nuevamente y llamo a la vendedora que se fue cuando vio que Samanta no iba a elegir.

Dele un chocolate vainilla...—señalo con mi dedo pulgar hacia atrás en donde está Samanta ahora sonriendo—A mí un batido de yogurt y helado de vainilla con chispas de chocolate.—la vendedora asiente suspirando y busca los helados. A los pocos minutos llega con los dos pedidos, le doy a Samanta el de chocolate vainilla—Ves, no era tan difícil—Samanta asiente de una manera inocente mientras comienza a devorar su helado.

En estas dos semanas me he dado cuenta de algunas cosas. La primera, no tengo que hipnotizar a Samanta para hablarle de mis problemas, porque ella solo asiente y después me habla de los suyos sin decir nada más. La segunda, esto de la escuela la tiene algo ocupada y alejada de mí, no me gusta que mis confidentes estén alejados de mí, me gusta que estén conmigo todo el tiempo. Tercera, los Klyron han sido demasiados amistosos conmigo, hasta he llegado a creer que es un complot, pero no es así. He salido con Axel y Garrett, los cuales son muy agradables y divertidos. La cuarta, Garrett está loco y estúpidamente enamorado de Samanta desde mucho antes de que nos conociéramos. Al parecer, se conocen desde hace dos años, están en la misma escuela y en la misma clase de Lenguaje extranjero. La quinta es que también Samanta está loca por él.

Extraño.

Mañana tengo clases, así que no podré estar contigo todo el día—aclara Samanta con la boca llena de helado.

Sonrió al verla así. Es muy gracioso.

Tu cara está embarrada de helado—le digo divertida riéndome con el sorbete de mi batido aún en mi boca. ¡Está delicioso! Por cierto.

Riéndose Samanta limpia toda su cara con la servilleta que nos dio la vendedora. En unos segundos ya quitó todo el helado de su cara, dejándome sin diversión.

Deberías ir a la escuela conmigo y los muchachos—dice refiriéndose a Axel y Garrett.

La escuela no es lo mío. Bueno, solo fui cuando era humana, y si fue hace mucho tiempo. Recuerdo que usábamos solo una hoja hecha de hilo para escribir cuando era necesario. Los exámenes eran hablados, no escritos como ahora, y los profesores eran muy estrictos. Bueno mis padres lo eran conmigo, ya que ellos eran mis profesores.

La escuela no es lo mío.

La escuela no es de nadie—dice con expresión divertida mirando hacia el frente. Me río al ver su expresión y ella también lo hace. —Enserio, deberías ir, así estarías conmigo todo el día y, tendrías nuevos amigos. Eres una persona muy solitaria para tu edad. —me carcajeo por su comentario de edad.

Si supieras que edad tengo en realidad pensé aun riéndome con fuerza.

¿Qué es tan gracioso?—pregunta Axel apareciendo a mi lado.

Si ¿Que es tan gracioso?—aparece Garrett al lado de Samanta. Ella se sonroja al verlo a su lado.

El amor.

No lo sé, solo dije que es muy solitaria para su edad—habla Samanta con voz inocente algo confundida.

Los dos hombres a nuestro lado comenzaron a reírse como yo. La cara de Samanta aún es de confusión.

Tranquila, lo entenderás algún día—le digo poniendo mi brazo en su nuca abrazándola amistosa.

Ella sonríe mientras asiente, aun comiendo de su helado.

Pero enserio, trata de pensarlo, será divertido—dice Samanta terminando con su helado y tirando el papel del cono que ya está en su barriga en un basurero que está a unos pasos detrás de nosotros. También voto mi baso vacío de batido que ya está en mi sistema.

¿Que será divertido?—pregunta Axel metiendo la nariz a donde no lo llaman.

Le di la idea a Venus que vaya a la escuela con nosotros—le dice su loca idea a los dos locos a mi lado.

Seria genial que fueras con nosotros—habla un entusiasta Axel mirándome sonriente.

Es cierto, haríamos muchas bromas—Garrett y Axel chocan sus puños haciendo una cara pervertida.

¿Bromas?—decimos Samanta y yo al mismo tiempo.

Sí, bueno, tú eres muy poderosa y podemos usar tu poder para hacer bromas de mal gusto a los humanos—dice Axel ignorando totalmente la presencia de Samanta la cual, tiene una cara de preguntona.

Esa carita no me gusta para nada.

Garrett y yo, nos quedamos mirando mal a Axel mientras él se encoge de hombros mientras se disculpa en voz baja. Suspiro algo irritada.

Axel trata de decir, que soy muy poderosa en convencer a las personas, y humanos porque él piensa que es un extraterrestre que viene de otra galaxia...—Garrett explota en carcajadas al escuchar mis palabras. Axel solo se queda mirando mal a su hermano, mientras este se dobla de la risa.

Oh ¡Ya entiendo!—dice Samanta sonriendo. Dirige su mirada a la de Axel—No eres un extraterrestre Axel, abre los ojos—termina diciéndole mientras choca su dedo índice con su cien.

Yo me tapo la boca para tratar de reír, porque si no me la tapo, estaré peor que Garrett en este mismo momento. El cual está arrodillado en el piso arrastrándose de la risa que se le ha pegado.

Axel le pega una cachetada en la parte de atrás de su cabeza haciendo que este se parará inmediatamente, pero su risa aún seguía ahí. A los pocos segundos, Axel comenzó a reírse también, haciendo que todos riéramos.

Nos pusimos a caminar por el parque, diciendo chistes y burlándonos de algunas personas que pasaban por las calles. Sé que es un poco infantil, pero muy divertido. Hace mucho tiempo que no me había divertido de este modo, estos tres mil años huyendo me han dejado algo sola y mal humorada. Aunque para mí soy muy positiva con mi vida, si he perdido muchas cosas por estar escapando, pero no puedo vivir mi vida de ese modo, tan... solitario. Quizás estaba destinada a llegar a este lugar, para cambiar mi forma de vivir y ver la vida. Quizás es una segunda oportunidad para vivir feliz.

Quizás vaya...—le digo a Samanta la cual está sentada a mi lado. Los muchachos se fueron a una pequeña sucursal de hamburguesas para cenar ya que es de noche. Samanta voltea algo confundida a verme—Quizás vaya a la escuela mañana... contigo y los muchachos—una sonrisa enorme aparece en los labios de mi amiga.

¡Eso es genial!—dice casi gritando, haciendo que algunas personas volteen a vernos, incluyendo los chicos, quienes nos miran con una ceja elevada—Chicos, Venus irá mañana a la escuela—les grita a los chicos emocionada aplaudiendo en el aire.

Los chicos gritan—Mejores bromas, aquí vamos—haciendo que sonría por su estúpidas palabras.

Quizás sea bueno hacer contacto con el mundo, en vez de estar escondiéndome de él.

Solo espero que todo salga bien.

Corazón de Vampiro ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora