(♡) Capítulo 12 |Insinuación & Casi Sexo|

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Preguntas tontas.

Es lo que está haciendo Samanta justo ahora, preguntando cosas tontas. Me estaba viendo cuando le besé la mejilla a Alejandro, y por eso ella cree, que él y yo tenemos un romance.

No tenemos nada, solo somos amigos—le aclaro por quinta vez mientras estamos en el auto.

Dime la verdad, Venus ¿Estás enamorada de él?—pregunta por millonésima vez.

Me tiene harta.

No estoy enamorada de él, solo somos amigos y ya...—más o menos lo dije gritando, porque todas estas preguntas, me están volviendo realmente loca.

Por eso me gusta hipnotizar a mis confidentes.

¿Y por qué lo besaste?—pronuncia más tranquila, ya que me preguntaba algo alterada.

Solo fue un beso en la mejilla, nada más—me detengo en el mismo restaurante al que Samanta y yo fuimos la primera vez.

Desde ese día le he tomado cariño a este lugar, me siento cómoda aquí. Además de que la comida es súper buena.

Me bajo del auto y Samanta se baja conmigo para seguirme.

¿Por qué le besaste la mejilla?—pregunta nuevamente mientras entramos al restaurante.

Porque me hizo sentir bien en un momento de vulnerabilidad—llego a la mesa del fondo, en la que me siento todos los días que vengo. Samanta se sienta delante de mí.

La mesera viene de inmediato. La saludo. Es muy amigable. Y pedimos lo de siempre. Yo, pido un bufé completo, mientras que Samanta solo pide el especial del día.

Que galante es, deberías salir con él y dejar de pensar en el señor Henry—dice mientras acomoda su mochila en sus pies.

Mis ojos se abren como platos.

¿Que...? ¿Cómo...? ¿Quién...?—tartamudeo como idiota.

¿Qué fue lo que dije? ¿Cómo lo sé? ¿Quién me lo dijo?—termina las preguntas que yo no pude terminar—Nadie me lo dijo, lo descifre por mí misma, se te nota de lejos—dice. La mesera viene y pone los platos en la mesa. Le agradecí algo incómodo.

¿Que se me nota?—pregunte esperando que ella me dijera lo que quiero saber.

Que te gusta el señor Klyron, pero no sé porque, él está casado Venus. Además eres muy joven para él—dice mientras se entra un pedazo de zanahorias a la boca.

¡Sí claro!—pronuncio con sarcasmo—Sé que está casado, por eso me mantengo lejos, no quiero hacerle nada malo a Rebeca, ella es muy amable conmigo—la tristeza es evidente en mi voz.

Sin esperar a que Samanta diga nada, con el cuchillo corto un gran pedazo de mi filete para entrármelo en la boca y masticarlo de mala gana. No me gusta pensar en que le puedo hacer daño a alguien que no se lo merece solo por querer algo que no me pertenece, eso está muy mal.

Solo digo, que Alejandro es perfecto para ti. —dice con la boca llena.

¿Por qué lo dices?—me trago el filete mientras entro otro pedazo más grande en mi boca.

Los dos son gruñones...—sonrió—Y son muy mandones. Además, de que se ven muy lindos juntos.

¡Estás loca!—digo entre risas por sus palabras sin sentido—Cállate y termina de comer, tenemos que hacer la tarea.

Corazón de Vampiro ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora