Mi hermosa familia [Yoonseok/Sope/HopeGa]

7. Espera

La salida al cine fue maravillosa a excepción del constante titubeo que Hoseok presentaba de vez en cuando, cuando Yoongi tomaba su mano y le sonreía o cuando su celular vibraba. No se encontraba tranquilo pese a prestar atención a lo que las niñas le pedían o a lo que el le comentaba de la película, y una vez tomaba el celular por algún mensaje o llamada, pedía retirarse para contestar en privado.

Yoongi tomo con tranquilidad sus peticiones, suponiendo que se trataba del trabajo, igual había pedido un día de descanso sin permiso y era entendible que le necesitaran de vez en cuando. Las urgencias se presentaban todos los días a cualquier hora y Hoseok era el mejor en su trabajo por lo que, el echo de que necesitaran su ayuda, era de esperarse.

Estaban comiendo pizza en un restaurante que las niñas amaban, resultaba que este tenía patio de juegos en la parte trasera y mientras llegaba la comida era el mejor lugar en el cual las pequeñas se podían entretener antes de comer.

Yoongi hablaba con Hani mientras vigilaba a las menores jugar en la piscina de pelotas realmente contentas. Hoseok había salido a responder una llamada diciendo que pronto volvería, Yoongi había accedido, pero había empezado a tener una pequeña desconfianza que no le gustaba sentir. Desconfianza era lo que separaba las familias y la suya era muy perfecta como para que ello ocurriera.

— Yoongi... Yoongi, ¿estas bien? —Hani paso su mano cerca de la cara del susodicho. Yoongi reacciono y sonrió a medias, suspirando.

— Si... Es solo que... Olvídalo. —Agachó la mirada. Quería asegurarse de que lo que sentía fuera para el solo, y se desvaneciera tan rápido como había llegado.

— Puedes confiar en mí. —Hani palmeo sus manos, que en ese momento estaban sobre la mesa. Yoongi le sonrío ladinamente y negó, retomando la compostura.

— No es nada. Antes decías algo, ¿Qué era?— Quiso saber. Hani dejo de insistir y sonrió a su vez.

— ¿Ya le has dicho a Hoseok sobre Ren? Sabes que una noticia así no puede esperar. —apuro, esperando recibir una respuesta afirmativa pero no.

— Es que ha estado muy ocupado en su trabajo, lo andan llamando constantemente y lastimosamente es justo para el momento en que se lo voy a decir. –Comentó, jugueteando con el salero que había en la mesa– Es más, las niñas le dieron diversas pistas pero no encontró respuesta, supongo que su inteligencia solo da para medicina. –Y rió, algo melancólico. Hani suspiró, Hoseok no podía estar ocupado a cada hora.

— Entonces díselo aquí, ahorita cuando vuelva, Hoseok debe saberlo.

— Pero... Quiero que sea especial, como un regalo. –puchereo, contemplando a sus niñas a la distancia.

Seung-Hee parecía estar pegando a Jiyeon con las pelotas multicolores de la piscina, y Jiyeon se escondía entre las misma mirando a su hermana como si la fuera a casar. Yoongi podría jurar que Jiyeon estaba jugando a ser el cocodrilo y Hee la presa, pero aun sabiendo que ello era realmente peligroso en la vida real, ellas parecían contentas echándose una sobre la otra, así fuera para jalarle el cabello o pegarle con las manos suavemente a la otra, en busca de revancha.

Hoseok volvió minutos después, antes de que Hani diera un consejo a Yoongi para darle la sorpresa. Hoseok beso a Yoongi en la frente y se sentó a su lado rodeándole el cuello con uno de sus largos brazos, apegándolo a el. Sonreía nervioso y se le veía algo alterado, Yoongi prefirió callar y no decir mayor cosa, solo para no dañar el momento.

La pizza llego pronto y Hoseok trajo a sus florecillas cargadas hacia la mesa. Ellas se sentaron a cada lado de su tía mientras miraban la comida con ojos brillantes y gustosos, queriendo morder prontamente el queso de la preciada masa que se salía de los bordes totalmente derretido y con un aroma fenomenal.