14. Mío

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No supo como amanecieron en la cama, pero estaban allí. Eran aproximadamente las 10 de la mañana y Hoseok estaba enredado a Yoongi, envuelto en sábanas blancas y apretujando a su esposo contra su pecho con fuerza. Increíblemente, las niñas también estaban con ellos, en medio de sus cuerpos bien pegaditas y abrazándose entre ellas misma. Parecían de nuevo estar en paz, tranquilos, siendo de nuevo una familia. Yoongi amo esos minutos contemplando a su marido y sus hijas, amo estar juntos a ellos sintiendo su calor.

Hoseok entreabrió los ojos al sentir movimiento. Miro a Yoongi quién sonreía ante la escena y sonrío a su vez, acercándose lo más que pudo para besarle con amabilidad y amor, contento al ver que su esposo le seguía el gesto de la manera más dulce.

—Te amo –Hoseok  acaricio suavemente el rostro del mayor, causando que el azabache cerrara los ojos ante el agradable tacto.

—También te amo –Murmuró, enredando una de sus manos a la del menor sobre su mejilla para guiarla a sus labios y besarla, sonriendo para volver a mirarlo.

—A veces creo que cuido de tres niños –Se burlo de Hoseok, haciendo reír al contrario.

—Lo mismo digo –Miro a Hee y Jiyeon quienes aún dormían y revolvió ligeramente sus cabellos– Quiero que hagamos algo hoy.

—¿Qué quieres hacer? –Hoseok apoyo su peso sobre uno de sus brazos para incorporarse un poco, recostando su cabeza en la palma de su mano mientras usaba la otra para consentir a su marido.

—No lo se... Pasear, ir al parque...

—Ver una película...

Yoongi sonrío, observando después el pecho vendado de su esposo, recordando que este apenas había salido del hospital y que por lo tanto su herida aún era reciente y delicada. Llevo una mano al lugar que tapaban las gazas y paso suavemente sus dedos por la zona siendo cuidadoso de no presionar y causar dolor a su pareja.

—¿Te duele? –Quiso saber, mirándole con algo de preocupación. Hoseok asintió muy suavemente y acogió su mano de nuevo entre la suya, entrelazando sus dedos.

—No mucho, estoy bien –Le sonrío de lado.

Se mantuvieron sobre la cama hasta que se les hizo tarde y las niñas despertaron. Salieron a comer algo en familia y luego fueron a jugar al parque con las menores, con Yoongi en su respectiva silla de ruedas y las niñas sobre sus piernas mientras Hoseok ayudaba a Yoongi a manejar la silla. Yoongi ya podía caminar un poco gracias a las terapias pero aun le costaba y dolía, por lo que Hoseok estaba pendiente de el.

Una tarde tranquila, llena de paz, de la tranquilidad era lo que Yoongi deseaba desde hacía días atrás, siempre pensando en Ren, en ese angelito que de vez en cuando lloraba porque aún era difícil aceptar que se había ido de una manera trágica y sufrida.

—Papi. –Hee se aproximo, cargaba una flor blanca en sus manos y sonrío a su papá— Para ti –Extendió la flor en su dirección.

Yoongi, con una de sus manos entrelazada a la de Hoseok, recibió la flor sonriendo y beso a su pequeña en la frente cubierta de tierra. Hee volvió entonces al lado de su hermana y Yoongi no las perdió de vista, sintiendo que Hoseok apretaba un poco más el agarre para captar su atención.

—No te preocupes más– Hoseok beso su cabeza dulcemente– Estamos bien –Murmuró con tranquilidad.

Yoongi asintió, miro a su esposo y contemplo su rostro, su sonrisa, sus ojos tan dulces y castaños. Se acerco y beso sus labios, con un leve temor que se fue al ser correspondido por su rosada y gruesa boca que le tomaba tan posesiva y a la vez dulcemente como diciéndole al mundo que era solo suyo.

Mi hermosa familia [Yoonseok/Sope/HopeGa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora