El protagonista... El Chico de Otro Cuento [Sulay]

IV

Nos leemos abajo, disfruten.

Junmyeon no le había contado nada a Yixing sobre sus futuros planes con Yoona. El coreano tenía claro que, de hacerlo, Yixing dejaría la relación que tenían, e incluso, sería capaz de terminar con la amistad de ambos con el único fin de evitar que algo como eso ocurriera de nuevo, a pesar de haber conseguido un cierto control en el chino, el coreano no podía arriesgarse. Él ya no podía vivir sin Yixing y se negó a hablar, ni la pequeña comezón de la culpa lo haría confesar, todo por mantener al otro a su lado.

Por otra parte, Krystal tenía una idea bastante acertada de lo que ocurría entre su novio y Junmyeon. Ella no era una mujer tonta, ella no había nacido ayer, y, en suma, ni Junmyeon ni Yixing eran tan precavidos, había tantas fallas en su extraña situación que Krystal ya ni entendía si querían o no que ella y Yoona lo descubrieran. Aun así, y desafortunadamente, la rubia no sabía cómo abordar el tema con alguien sin hacer tanto daño a las partes implicadas, o, incluso, a sí misma. Ella tenía miedo de acabar de descubrir la verdad, y esto había ocasionado que sus acciones se estancaran, porque no tenía idea de qué debía hacer. Ella estaba perdida.

En último lugar... Yixing ya no sabía qué pensar. Él ya se consideraba la marioneta de Junmyeon, eso era algo obvio, el coreano lo movía con un dedo y no había nada que hacer al respecto. Yixing estaba perdido en la sonrisa del coreano, estaba hechizado por sus palabras, y, si se ponía a pensarlo seriamente, había algo aún más fuerte que lo ataba a su mejor amigo. Yixing prefería distraer su mente con el trabajo, hablar lo justo y mantener su cabeza ocupada, con el único fin de no traer a su mente la respuesta que buscaba ignorar ante cualquier instante en que su cabeza formulaba la pregunta de qué era para él Junmyeon.

Desgraciadamente, aunque evites algo a toda costa, esto no representa que, en algún momento, la vida no te vaya a hacer enfrentarlo.

***

Yixing y Junmyeon se hallaban en la casa del mayor. La televisión estaba encendida y el par se hallaba echado en el sofá, mirando el aparato, pero sin el más mínimo ápice de atención a la película que se reproducía. Los chicos estaban en vacaciones, en unas obligatorias vacaciones; en unas vacaciones a la fuerza, porque sus jefes los amenazaron con despedirlos si no las tomaban. Ellos dos se hallaban en unas improductivas y forzadas vacaciones.

ーEstoy aburridoー se quejó Yixing. El mayor volteó parsimoniosamente a verlo y suspiró.

ーYo igual, ¿qué propones?ー respondió. El chino miró a su mejor amigo, y este le devolvió la mirada. Ambos permanecieron en silencio.

ー¿Algo estúpido y ridículamente infantil?ー ofreció con duda el chino.

ー¿Disney?ー se burló el rubio teñido.

ーBien.

ーDe acuerdoー rió Junmyeon.

Ambos sonrieron triunfales luego de eso. Al instante, se pusieron en pie con energías renovadas y, mientras uno buscaba tiquetes para esa misma noche hacia Japón (porque siempre era bueno salir de Corea al menos una vez al año), el otro compraba entradas para el parque y reservaba una habitación en el hotel. Para las 5pm, el par iba en un taxi rumbo al aeropuerto, con una video llamada en curso con Yoona y Krystal, ambas se habían reunido luego del trabajo en casa de la rubia para hacer noche de chicas, o algo así había dicho la menor recién se comunicaron con ella.

ーQuiero un Chikoritaー demandó la rubia, Yixing rióー no, mejor 10, y una muñeca de la princesita Sofía. No te recibire en mi casa si no me traes una princesita Sofía, ¿lo entiendes?