VII

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Luego de la revelación de Krystal, las cosas siguieron, en teoría, con normalidad. Bueno, si a que Yixing se hubiera entregado en cuerpo y alma a su trabajo y apenas tuviera tiempo para almorzar ocasionalmente con Krystal y cenar con Junmyeon sin mirarlos a los ojos, se le podía considerar normal, entonces sí, la vida seguía bastante normal. Tensa de aquí al infierno, pero teóricamente normal.

***

Krystal despertó agitada, había soñado con una gran cosecha de duraznos, nuevamente. Con pereza se levantó de su cama y la organizó con dedicación. Luego de eso, tomó una ducha muy larga, su cuerpo dolía muchísimo, como si hubiera hecho un montón de ejercicio el día anterior, cuando lo único que hizo fue dormir, porque era domingo y se lo merecía. Ella suspiró con pereza y cerró la llave. Al salir, se vistió cómoda y se dirigió a la cocina para desayunar algo de fruta y cereal.

Al terminar de comer, Krystal limpió sus trastes, tomó un kimono de seda de su armario, las llaves de su auto y salió de su hogar. Hoy, ella y Yixing visitarían a Yoona, pero suponía que él lo había olvidado. Con todo lo que se estaba explotando en el trabajo, Yixing no debía saber ni qué día era.

***

Krystal abrió la puerta del departamento de su novio. El lugar se encontraba tan limpio como siempre, y, por un momento, ella sintió un leve olor a alcohol etílico; debía ser su imaginación, Yixing era ordenado, pero no un fanático desesperado de la limpieza.

ー¿Lay?ー preguntó con duda. Un gruñido casi animal se oyó desde la habitación principal y la chica corrió con pánico a ver que le ocurría a su novio.

El chino, en cuestión, se encontraba recostado en la cama hecho una bolita que lloriqueaba.

ー¿Xingxing? ¿Estás enfermo?ー preguntó la mayor, poniendose a la altura de su novio.

ーSon solo nauseas y dolor de estómagoー suspiró el menor.

ーBueno, era de esperarse que estés así ー frunció el ceño la chicaー llevas un mes sin alimentarte o dormir bien, te estás matando tú sólo.

Yixing hizo un puchero y Krystal nego con una sonrisa dulce.

ーVe a bañarte y vestirte, prepáraré algo para que desayunes.

El chino acentuó su puchero, pero Krystal sólo rió y abandonó la habitación.

***

Krystal manejaba su auto, relajada. Mientras Yixing, a su lado, un poco palido y adormilado, miraba por la ventana, distraído, muy distraído.

ー¿Qué ocurre?ー preguntó la mayor, comprensiva ー¿en qué piensas?

ーHe vuelto a perder uno de mis abrigosー se quejó el menor. Krystal lo miró con algo de burla y pesar.

ーEs el quinto este mes, bebé Xingーsuspiró, sonriendoー¿por qué está pasando esto?

El menor negó y se alzó de hombros, Krystal lo vio por el rabillo del ojo mientras se adentraba al estacionamiento del hospital. Ella sonrío y suspiró.

ーCompraremos otro cuando salgamos de acá ¿te parece?ー Yixing asintió en tanto Krystal empezaba a parquear.

***

Decir que ver a Yoona le hizo bien a alguno de los 2 sería mentir. La antes enérgica castaña estaba sentada en su triste cama plegada para no tener que mantener la postura con su propia fuerza. Ella llevaba un hermoso turbante rosa que cubría su cabeza entera, pero esto solo intensificaba la palidez en su rostro, palidez que permitía ver sus venas si te acercabas lo suficiente a ella.

ーLos doctores han dicho que mi cuerpo ha ido asimilando bien los tratamientos, que si las cosas siguen así, estaré bien pronto.

Era mentira, los tres lo sabían. Yoona estaba muriendo de algo que los doctores mismos no habían decifrado. En un principio, habían creído  que era leucemia, cancer de pancreas... una enfermedad complicada por el SIDA. Pero ningún síntoma concordaba. La muchacha cumplía algunos síntomas de una, pero también con algunos acorde a otra, y cada síntoma  contrario a la enfermedad que proponía el otro.  Los doctores estaban desesperados, lo que la chica tenía no parecía fácilmente contagioso pero tampoco tenían idea de donde había salido.

Las esperanzas de vida de la mujer eran más bajas que las de alguien con un cáncer haciendo metástasis y la única teoría a la que habían llegado era a que la enfermedad era una mutación genética originada por un trato no legal y por ende no tan higiénico o seguro de la información genética de la madre de Yoona cuando fue inseminada artificialmente para poder quedar embarazada. Aún así, había demasiadas lagunas de información, como el por qué la enfermedad se manifestaba hasta ahora. También estaban todos los vacíos legales en los que operó la madre de la chica y el hecho de que hubiera muerto hace un par de años complicaba aún más la recopilación de información.

Aunque los tres jovenes procuraron mantener una charla normal y llena de bromas, el ambiente pesado que la proxima e inevitable muerte de la chica era imposible de ignorar. Al final, todos se despidieron con sonrisas torcidas, que se desplomaron cuando la puerta de la habitación se cerró.

El protagonista... El Chico de Otro Cuento [Sulay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora