El protagonista... El Chico de Otro Cuento [Sulay]

XIII Parte 1

Ufff ha pasado mucho jajajaja
Decidí dividirlo porque sé que me voy a demorar haciendo la segunda mitad 😂😂
Disfruten!

Los ojos de Yixing se abrieron con pereza, esperó un poco hasta poder enfocar bien y luego de eso se levantó de su cama con serenidad. El hombre se lavó la cara y los dientes antes de salir de su habitación, procurando no chocar con la crayolas y pequeños juguetes que su niña no se había dignado a recoger el día anterior.

Antes de ir a despertar a su pequeña hija, caminó hasta la cocina, puso a tostar unos panes y a hervir agua para un té, hecho aquello, abrió la puerta del pequeño balcón de su rural apartamento y ahí sí se dirigió a despertar a su niña.

Habían pasado 4 años desde la muerte de Yoona. Aún era doloroso pensar que ya jamás podría ver a la dulce chica sonreír o bromear con él, con Krystal y con Junmyeon.

Junmyeon...

Él había desaparecido de la faz de la tierra al siguiente día de haber recibido la llamada sobre la muerte de Yoona. A Yixing le dolió, sí. Le dolió muchísimo, pero a pesar de querer ir tras el rastro del hombre al que amaba, una preciosa niña con una mirada llena de inocencia y dulzura llegaría a su vida a mediados de noviembre de la muerte de Yoona y el mundo de Yixing no giró en torno a nada ni nadie más que ella. A los 3 meses de edad de su nena se mudó con ella a china y Krystal continuó trabajando como si nada hubiera pasado. Ella también se había enamorado de la bebé cuando la vio en su primer trajecito color crema, pero sabía que ese embelesamiento no era el de una madre, simplemente era el de la dulzura que te puede causar un bebé  o un cachorro e incluso un muñeco de felpa. Cuando Yixing se fue, ella no sintió más que nostalgia, en tan poco tiempo todo cambió para el pequeño universo que ella, Yixing, Junmyeon y Yoona habían creado. 

Cuando Yixing llegó a China vivió con su madre hasta que su bebé cumplió 10 meses, habiendo sido preparado para la paternidad por su propia madre, luego de eso, consiguió un trabajo a distancia y se mudó a una pequeña población cercana a la ciudad en donde recientemente habían readecuado y modernizado un antiguo complejo de grandes apartamentos rodeados de parques, zonas verdes y todo lo que Yixing podría desear para el crecimiento de su hija.

Yixing observó con una sonrisa tonta a la pequeña nena que dormía por encima de sus cobijas. Con una risa suave se tomó el tiempo de hacerle cosquillas hasta que despertó riendo a carcajadas con leves grititos pidiéndole que pare. Hoy irían al zoológico puesto que, según su madre, habría un evento "a jaula abierta" llena de reptiles y anfibios no venenosos y acostumbrados al contacto con humanos. Él estaba aterrado, pero la fijación de su hija por este tipo de animales era innegable, y la verdad prefería llevarla a los eventos y quemarle el gusto antes de que un día llegara a casa con una boa constrictor o algo por el estilo. Sabía de lo que era capaz un niño.

Cuando la niña estuvo de pie junto a su cama, lista para recibir órdenes, Yixing le ordenó lavarse los dientes, la cara y vestirse, así él podría continuar preparando el desayuno y empacar las cajas de almuerzo. La nena, en un principio, eligió un disfraz de T-rex que Krystal le había enviado desde Corea cuando él le comentó que la pequeña soñaba con uno, pero después de convencerla de que no sería suficientemente cómodo para tocar a los animales, eligió un vestido de princesa y un par de alas de pterodáctilo que honestamente no sabía de dónde habían salido.

***

Yixing estaba completamente concentrado en no pisar ninguna serpiente, iguana o rana de las que transitaban con tranquilidad entre sus piernas así que se sobresaltó exponencialmente cuando su pequeña lo llamó con un agudo "papi" que no ocultaba su emoción. Yixing levantó su mirada hacia su hija y casi le da un paro cardiaco ante lo que tenía enfrente.