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Perdón por la tardanza...

Yixing y Junmyeon regresaron a Corea sin ningún imprevisto. Ellos volvieron descansados, con regalos y con sonrisas de oreja a oreja y bromas sobre los miedos del otro en el parque.

Luego de su llegada, una curiosa era de calma se hizo paso en la vida, tanto de ellos, como de sus parejas. Es decir, la relación de ellos dos continuó, como también lo hizo la relación con sus parejas oficiales y es esto último algo importantísimo a remarcar, pues un acontecimiento de vital importancia empezó a ocurrir en aquella época tranquila. Una nueva fractura, la primera de algunas más.

***

Yoona se consideraba una mujer saludable y muy fuerte. Ella estaba confiada de su estado cuando decidió hablar con Junmyeon sobre la posibilidad de tener un bebé. Por eso, ahora, cuando unos sospechosos mareos, nauseas y fatiga empezaron a agobiar su día a día, ella no se sorprendió del todo, más bien, se emocionó, se ilusionó, y cuando, en una tarde, se dio a lugar el tiempo para la charla, ella le comentó a su esposo las sospechas que tenía.

Por unos momentos, Kim Junmyeon se quedó sin palabras. Esto era más pronto de lo que esperaba. Díos, lo era. ¿cuanto había pasado desde que Yoona y él habían dejado de protegerse?¿Así de rápido pasaban las cosas? Él no pudo evitar cargar a su esposa y girar mientras ambos reían eufóricos. Aún así, y a pesar de su emoción, el corazón de Junmyeon dolió. Dios santo si lo hizo jadear y lo obligó a salir de su casa, en medio de la noche, para despejarse y entender lo que ocurría. Y es que, si esto era real, su tiempo al lado de Yixing terminaría pronto. En un abrir y cerrar de ojos puede que su amistad terminara por el bien de su familia; y él, que apenas empezaba a ver la realidad, se sintió incapaz de poder aceptarlo. El volvió a casa tarde, casi a la madrugada. Su mente ahora era un caos. Su pecho ahora pesaba y una máscara, una actuación de sí mismo, empezó a ser aquello que dirigiera sus actos de ese día en más.

***

A pesar de haberlo comentado con Junmyeon, Yoona aún no se había practicado una prueba de embarazo. Pasó una semana antes de hacerlo. A pesar de su estado, ella temía un poco el que aquello fuera una falsa alarma, el que su organismo le estuviese jugando una mala pasada y lo que tuviera fuera un embarazo psicológico o algo del mismo índole.

Yoona salió sola de casa y decidió comprarse 3 pruebas. Siempre era mejor que sobraran a que faltaran, más con lo torpe que era al estar nerviosa. Luego de eso, ella se dirigió rumbo a la casa de Krystal, quien la esperaba para asegurar el gran momento. Era viernes en la mañana y ninguna de las dos tenía trabajo ese día. Ambas habían solicitado en sus respectivos empleos un día compensatorio.

ーTengo miedoー suspiró la menor, en cuanto la rubia le abrió la puerta. Krystal la abrazó y sonrió.

ーTodo estará bienー la tranquilizó. Yoona asintió y sonrió un poco. Luego de eso, ambas entraron al departamento y se sentaron a leer las instrucciones de las pruebas mientras tomaban un poco de té y galletas.

***

ーBueno, aunque sean dos contra uno, podrías hacer el examen de sangre ¿no? A fin de cuentas ese nos dará la certezaー dijo la rubia, procurando relajar a su amiga. Dos pruebas habían salido negativas y una positiva, y Yoona afirmaba que la positiva, por haber sido la primera, la había hecho mal. La mayor no sabía como consolarla, así que prefirió dar la opción que las sacaría de cualquier duda.

ーSupongo que tienes razón ーsonrió la menor. Krystal la abrazó y ambas se dedicaron a tener una "tarde de chicas" lo que restaba del día. Yoona había programado una cita para tomarse aquel examen la próxima semana.

El protagonista... El Chico de Otro Cuento [Sulay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora