El protagonista... El Chico de Otro Cuento [Sulay]

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No merezco perdón, espero que lo disfruten al menos :'v

Junmyeon no quiere verlo. Él tiene miedo. Su vida se ha ido rompiendo en más y más pedazos en los últimos meses. Yoona está cada vez más débil a pesar de mantener su sonrisa y él no puede hacer nada al respecto. En su trabajo... a pesar de que todo vaya bien, sabe que por tantos días teniendo que priorizar a Yoona es odiado por muchos de sus conpañeros, él es considerado como un "recostado" por muchos, y eso afecta en gran medida su rendimiento. Saber que el embarazo de Krystal va bien... que ella y Yixing son felices... eso lo está matando.

Junmyeon siente envidia de aquel a quién alguna vez llamó su mejor amigo. Junmyeon siente envidia de aquel hombre a quien ama aunque no quiera aceptarlo. Junmyeon está sufriendo por muchos factores, él se siente culpable por haber dañado a Yixing, por la enfermedad de Yoona,  por todas sus decisiones hasta el momento... Junmyeon quiere llorar la mayor parte del tiempo, pero las lágrimas no logran salir de sus ojos, es como si él mismo se estuviese castigando. Últimamente le han dicho en el hospital que está enfermo, que la enfermedad de Yoona lo ha enfermado a él y que necesita despejarse, pero no puede. Él no puede alejarse de la única persona que lo ama con todo su corazón, tiene claro que a pesar de no poder devolver esos sentimientos, puede estar al lado de la mujer hasta su último día de vida y ella estará feliz, y su corazón se sentirá medianamente en paz.

***

ーDeberías visitar a Yixingー dijo un día Yoona. Su voz era cada vez más débil, más frágil. Ella se oía supremamente fatigadaー desde que enfermé ya nunca pueden salir y eso me pone triste...

Junmyeon tomó su mano, pálida y fría, y miró a los ojos a la mujer. Ella le sonreía, como siempre. Él intentó sonreír, pero solo consiguió hacer una mueca extraña que hizo suspirar con una risa débil a la chica.

ーNo quiero dejarteー confesó él.

ーAntes de poder evitarlo, lo harás, Junmyeonー dijo la mujer, ella ahora miraba hacia el vacío por el ventanal de su habitaciónー no es un secreto para nadie que estoy muriendo, que cada vez es más difícil que despierte y más sencillo que cierre mis ojos...

ーNo digas esoー  gimió el rubio.

Yoona tomó su rostro con sus delicadas manos y le sonrió con dulzura, como una niña inocente.

ーSabes que es cierto, que moriré pronto y que tú deberás rehacer tu vidaーdijo ella, sabiaー sabes que necesitas en quien apoyarte cuando eso ocurra y que tu familia no te bastará, que necesitas a alguien que te conozca como amigo y no como hijo.

Junmyeon bajó la mirada y suspiró. Él no quería ver a Yixing, pero no podía contárselo a Yoona sin tener que dar información que le partiría el corazón a la enferma.

***

Krystal se miró al espejo, su vientre tenía un pequeño bulto ahora. Casi podía sentir ternura por la cosita pequeña que crecía allí. Ella se puso un abultado vestido de colores pastel que la hacía verse más joven y dulce y salió de su habitación para prepararse el desayuno. Hoy visitaría a Yoona después del trabajo mientras Yixing intentaba acaparar la atención que aún no conseguía de Junmyeon. Ella estaba casi rezando por que antes de que su bebé naciera, ellos ya estuvieran bien.

***

Yixing miró por la ventana de su oficina, ya el sol se veía queriendo regalar sus últimos destellos por ese día. Hoy se suponía que saldría al medio día de su trabajo para verse con Krystal y llegar de sorpresa a donde Yoona. Tal vez así lograría encontrarse con Junmyeon. Aún así, la esposa de su jefe, mujer que él no sabía estaba embarazada, empezó con contracciones a eso de las diez de la mañana, y él tuvo que quedarse a terminar tantos sus cosas como las de su superior. Había un proyecto de varios miles de millones cerca y no podían descuidarse justo ahora. Yixing suspiró con desgana.