God is a woman «Axl Rose» ✔

17. Toca para mí, bonita

Axl.⏳

Mis ojos se abren con sorpresa debido a la confesión de Vee.
Ahora entiendo todo, ella estuvo enamorada de su hermanastro en secreto. Obviamente hubo algo más pero no me lo quiere contar, porque según ella a los dieciséis años, Koby se fijó en ella. Vee lleva varios minutos abrazada a mí y parece no querer soltarse.

—Estaba montándoselo en mi cabaña con Evie —Brama— Encima tienen poca vergüenza, cuándo Keke se enteré se va a volver loca —Añade.

—Pueden meterse en un buen lío, porque además, ellos no pertecen a este campamento —Le aseguro para tranquilizarla.Tengo ganas de patearle la cara a Koby, por cerdo irrespetuoso— ¿Evie sabía lo qué sentías por él?

—No, nadie lo sabía —Hace una pausa— Eres al único qué se lo he contado. Me enamoré de él un día de lluvia, el peinaba mi cabello y la luz de la luna se reflejaba en mi cuarto —Me cuenta y la escucho con atención— Después de varios años me di cuenta qué tenía que pasar página, mi madre ya había sufrido bastante cómo para darle otro disgusto. Por lo qué me convertí en otra persona y comencé a fijarme en otros chicos. Y por eso creo qué Koby se dio cuenta de lo qué sentía, porque era demasiado celoso y protector —Narra con tristeza.

Quito una lágrima que cae por su mejilla con mi pulgar.

—Lo siento mucho, Vee —Hago una pausa— Eh, bueno... —Digo nervioso— Yo había venido a hablar contigo de otra cosa.

🌸🌸🌸🌸

Vee mira las partituras cómo si fueran un tipo de veneno ácido.— La guardé por era muy interesante —Le explico, esa mezcla de verde y café adquieren un brillo expectante— No soy del tipo entrometido, pero admito qué no pude mantenerme alejado de ellas.

Vee clava su mirada en la partitura qué descansa entre mis manos antes de tomar una tarda respiración.

—En ésta en especial —confieso.

Se mantiene en silencio mientras extiendo la hoja y sus yemas rozan el papel.

—¿Qué canción es? —Inquiere mientras duda en tomarla o no.

—Ese es el problema —Reconozco— No es ninguna melodía que haya escuchado antes, y debo resaltar qué la composición musical y su clasificación se me da bastante bien —No lo estoy diciendo en modo altereno, lo estoy diciendo porque en verdad es extraño ver algo qué desconozca de la música clásica. La musicología me gusta, y la ignorancia es mi peor enemiga, así qué esa es la respuesta al porque no puedo esperar un minuto más para saber quién escribió esto.

—Cloud —lee el título en la parte superior de la hoja, con voz prácticamente inaudible.

Ella desliza las yemas de sus dedos por las letras musicales, cómo si pudiera acariciarlas y hacer qué hablasen, qué contasen la verdad.

—No la conozco —dice con el ceño fruncido, arrugando un poco su nariz.

Entonces sus ojos viajan hacía el piano del aula qué descansa contra una de las paredes de la habitación. En éste instante una batalla se libera en su interior, o eso creo que es lo que sucede por la forma en la qué la incertidumbre y la indecisión pelean en la fusión de colores en sus ojos. Se nota a kilómetros de distancia sus ansias por tocar, es cómo si el piano y ella estuvieran en el mismo campo magnético.

—¿No tocas por qué es doloroso recordarle? —No puedo evitar preguntar, y estoy seguro qué mi atrevimiento hace disparar su pulso por la forma en la qué me observa— ¿O es por qué no quieres hacerlo?
No sé qué ocurrió con su padre, pero no es difícil descifrar que en un punto de su corta vida, su padre se olvidó de ella y dejó atrás una caja de partituras.