God is a woman «Axl Rose» ✔

42. Dios es una mujer

Final

Vee.💭

Él nunca quiso el típico funeral de color negro, y tristeza.

Hoy me visto con una pequeño vestido de color vino.

Hoy es un día nublado en Nueva Orleans.

Estaba sentada en uno de los bancos afuera de la iglesia, con las codos en las rodillas. Oigo unos pasos qué se acercan a mí, toma sitio a mi lado.

—¿Estás bien?

—No puedo hacerlo, mamá.

Suspira.

—Escucha, puedes encerrarte en ti misma. Pero por favor, no te alejes.
—Es lo qué hago mamá —mi voz está rota— Siempre alejo a la gente. También aleje de mí a Axl... —mi pecho duele.

Suspira.

—No somos perfectos —Dice con la voz suave— Ninguno lo somos, cometemos errores, lo estropeamos, pero luego perdonamos y seguimos adelante. —Añade y me mira, aprieta mi mano— Cielo, al menos tú tienes el valor de sentir, sientes las cosas con tanta intensidad —Traga saliva con nerviosismo y sus ojos se cristalizan— Te pareces tanto a tu padre.

Inhalo y exhalo, lágrimas caen de mis ojos. Sólo respiro, o eso intento.
Paso mi mano por la boca y luego por mis ojos.

—De acuerdo.

Entonces me pongo de pie junto a mi heroína, Nora Lenox, y caminamos juntas abrazadas.

🌸🌸🌸🌸

—Gracias a todos por venir, todos conocías a mi padre desde qué era pequeño —Comienzo a hablar y paseo mi vista por la gente qué hoy está de luto, Koby me lanza una mirada llena de calidez— He escrito un discurso —mi voz se quiebra y tomo una profunda respiración, mis ojos se encuentran con miles de conocidos. Mis dos mejores amigas están aquí, mi familia, Angus Herbeth, y Koby. Candy y Chase, hasta la pequeña Jordyn. Cassie Rose y su madre también están aquí, la tristeza es palpable en el ambiente. Steven e Izzy también se encuentran aquí. Duff y Slash me escribieron, no se encuentran en la ciudad— unos cuántos en realidad —de mis labios sale una pequeña sonrisa— Mi padre y yo teníamos un lenguaje diferente, pero compartíamos un amor, y sé que esto —me permito sonreír con lágrimas— es lo que hubiera querido que compartiera hoy con vosotros.

Camino por el escenario y me dirigí al piano con las diferentes partituras.

«Para Vee»

En ese momento mientras qué coloca las partituras, la puerta de la iglesia se abre y mi mundo se detiene.

Ahí con un traje negro, con una mueca de compasión y magia en sus se encuentra: Axl Rose.

De repente un rayo de sol asoma por las cristaleras del lugar, y sonrío interiormente.

Esto va por ti, papá.

Axl camina y se sienta al lado de su hermana e Izzy, los cuáles están sorprendidos. Él no podía venir, ni siquiera le conté de qué mi padre había muerto. Pero está aquí, y no puedo estar más feliz.
Toco las notas en el piano llorando, el reflejo del alma.

🌸🌸🌸🌸

—Siento mucho lo de tu padre, Vee —Me abraza Candy junto a Chase, y me prometen qué vendrán a verme y qué les tengo para todo.

Luego, Evie aparece en mi campo de mi visión y se acerca apresuradamente hacía mí.
Besa mi mejilla y me abraza con mucha fuerza.

—Oye, gracias por todo.

—A ti por venir —Le digo.

—No me las des Vee, somos hermanas, te quiero muchísimo —sus pequeños ojos dulces se llenan de lágrimas.

Evie mira sobre mi hombro y me guiña un ojo, luego se da la vuelta y vuelve con los demás.
Axl se para enfrente de mí, me da una sonrisa de boca cerrada y me mira fijamente con esos ojos celestes qué echaba tanto de menos.

—Hola —su voz es calmada, suave y ronca— Es precioso lo qué has tocado.

Sonrío.

—Era de mi padre, lo he terminado por él —Confieso con orgullo.

—Le habría gustado.

Trago saliva.

—Gracias por venir, Axl. Significa mucho para mí —Admito con sinceridad.

En ese momento, Angus —mi señor padrasto— nos interrumpe.

—Disculpa Vee, me gustaría qué conocieras alguien.

Doy una última mirada a Axl, y asiento.

—Quiero presentarte a Tommy Smith, fue el profesor de piano de tu padre... —comienza a hablar mientras nos alejamos.

Volteo una última vez la cabeza y sonrío a Axl. Al llegar con el señor Smith, comienzan a hablarme y sutilmente giro de nuevo mi cabeza, pero el pelirrojo ya no está.

🌸🌸🌸🌸

Saco algunas cajas de mudanza del coche de Evie, ella y Keke me ayudaron a coger algunas cosas de mi padre qué quiso darme antes de morir. Bajo del ascensor con una caja de cartón para tirar en el contenedor de basura mientras Keke y Evie organizan todo en mi cuarto.

Cuándo salgo del portal tiro la mierda en la basura, luego algo capta mi atención, me quedo quieta en el sitio cuándo veo la silueta tan familiar.

Algunas personas pasean por el Barrio Francés pero yo observo la imponente figura qué observa el río Mississipi.

Sonrío cuándo lo reconozco.
Me acerco hasta él y al oír mis pasos se da la vuelta.

—Siento mucho lo qué ha ocurrido —Confiesa.

Muerdo mi labio.

—Y yo también —Coincido— La gente comete errores, Axl. Incluso a la gente a la que amamos.

Un silencio nos retiene pero lo rompo.

—¿Qué tal en Little Rock?

—Es una universidad estupenda —Me comenta— Aunque me ha dado cuenta qué no es para mí.

Le sonrío confusa.

—¿Qué quieres decir?

—Voy a pasarme a Tulane el próximo semestre. Para qué la chica que amo me vea cometer más errores junto a ella —Sonríe ampliamente— ¿Qué te parece la idea?

Mi corazón late a mil por hora. Es la mejor noticia qué me podían haber dado.

Corro hacía él, brazos rodean su cuello y mi boca se estampa contra la suya.

Él aprieta mi cuerpo y me eleva para cogerme en brazos sin dejar de besarme.

El final qué parecía agridulce, se convirtió en dulce y mágico.
Le encanta cómo le hago sentir, lo siente a medianoche. Es un sentimiento con el que no puede pelear. Y cuándo todo acabé, le haré creer qué dios es una mujer.

—Sabes... pequeña malvada. Hicieron bien en ponerte Venus de nombre.

Enarco una ceja.

—¿Por qué? —Sonrío pícara.

—Porque eres una diosa.