Sin Fronteras [TERMINADA]

8

Elisa Edwards

Ese día finalizaba con un revoltijo de sensaciones y sentimientos. Pero jamás había sentido tanto dolor, al ser acusada injustificadamente por Óscar, que era la culpable de la muerte de "Semilla", sobre todo teniendo en cuenta que era una de las más cercanas a ese caballo. Pero después de su rebeldía, orgullo y todo lo que sucedió después de la caída. No podía recordar ese sentimiento, porque el dolor en el hombro era horrible, y cuando Óscar le dijo lo que le pasaba y en pocas palabras le dio a entender que si no hacía algo, sería peor y accedió a su ayuda. Pero nada más que por eso.

No había tenido relevancia verlo salir del río, con Karina ahí. Menos el beso en la frente, ni cuando le tomó su mano y se la acarició. O eso creía.

Estaba con el doctor, cuando entró su madre, tenía el rostro lleno de preocupación y la entendía perfectamente. Jamás había tenido un accidente, ni caídas, la protegían demasiado. Y su padre jamás le había permitido montar sola, pero eso no se lo había comentado a su hermanastro, seguro se burlaría de ella. El doctor le dio antiinflamatorios y analgésicos, de milagro no tenía ningún ligamento comprometido, ni huesos. Sólo había sido lo que pensaba Óscar, así que se tranquilizaron todos. Menos él. Obvio, cuando lo vio al salir, le apuntó con el dedo índice, y le dijo sin voz "Te mataré".

-¿Ahora cuál es el problema?- Le preguntó cuando estuvo a su lado, pero él comenzó a caminar y tuvo que seguirle el ritmo, y a pesar que no tenía heridas mayores, tenía una herida en la rodilla que le dolía mucho, así que gimió y esperó que se diera cuenta.- Espera...- Reclamó, él se volvió y frunció levemente el ceño, aminorando el paso.

- No me dijiste que no sabías montar...

- Te dije que sabía, pero jamás lo había hecho sola.- Le dijo ampliando una sonrisa falsa. Pero para él no fue una broma.

- Podrías haberte hecho más daño, imagínate no me hubiese ido tras de ti.- Le dijo serio, sabía que su madre estaba tras ella, así que le hizo un gesto.

- Me iré con Óscar...- le dijo mirándola.

- No, debes irte a tu casa. Debes descansar.- Le contestó él. Pero realmente quería hablar con él, explicarle, no quería que se fuera así, pensando cosas. Aunque seguía muy furiosa con él, demasiado. Aunque con el paso de las horas la furia había disminuido considerablemente.