3. DE NUEVO "JUNTOS"

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Esperando por Ti

  - Buenas noches, María. -Su voz. Su encantadora y grave voz.

Fue ahí cuando ella se dio cuenta que estaba sin sostén y  solo con una corta bata.

Seguimos...

  -Eh...Buenas noches, Esteban. -Dijo nerviosa.

Trataba de cubrir sus pechos subiendo la bata pero al hacerlo se le veían más los muslos. Cubrirse, tarea imposible. -No crees que es poco tarde para... ¿Visitas?

  - No fue mi intensión incomodarte, María. Pero es un asunto importante y bueno ... No sé como lo tomes. -Ya se le empezaba a esfumar el coraje.

  -Si es tan importante como dices...Te escucho. -Se recostó en la puerta y a Esteban le pareció la visión del mismísimo cielo. Una diosa.

  -Es muy agradable conversar aquí. Pero estaríamos más a gusto adentro.  ¿Puedo pasar? Hace mucho frío.

Que poca amabilidad, María.

  - Que pena contigo, adelante. -Abrió un poco la puerta para darle paso. -Ven. Acá podrás estar más cómodo.

Se sentaron en el living. María en un mueble familiar y él en uno de un puesto. Quedaron de frente.

  - Bueno. Puedes empezar, soy toda oídos. -Le sonrió sin siquiera darse cuenta y él a cada segundo, más encantado al verla.

  - Sabes que la mansión tiene muchos años. -La miró y ella asintió. -Por mucho tiempo consideré hacer una remodelación a parte de la estructura y ya lo he decidido. Ya acordé con Daniel para que él sea el encargado de todo.

  - Eso me parece maravilloso. Pero... -María hizo un mohín y él rió del gesto.

  - Y ¿Qué tienes que ver tú? Es decir, que me hizo venir desde mi casa a esta hora de la noche a incomodarte...?

  - Más o menos... ¿A qué punto quieres llegar, Esteban? No te entiendo. -Entrelazó sus dedos y lo miró confusa.
 
  - Sabrás que hay que desalojar el lugar para un mejor y más seguro rendimiento en el trabajo que se vaya a realizar en la mansión.

  - Pues sí...Es obvio ¿no? -Le respondió viéndolo tan nervioso.

  - María. Me gustaría saber si te ofreces a dejarme quedar en tu departamento dos semanas.  -Por fin soltó. Cuan liberado se sentía ahora.

La cara de María era un poema. No daba crédito a lo que acababa de escuchar.

  - Estás bromeando, ¿verdad? -Se pasó una mano por el cabello y lo miró con los ojos entrecerrados.

  - No, María.  Yo no he conducido hasta aquí a esta hora para echarte una broma. -La miró sin mover un solo músculo de su cara y ella supo que hablaba en serio.

  - Esteban, por Dios. ¿Te estás oyendo? Hay miles de hoteles en la ciudad, cientos de casas en alquiler,  un no sé cuánto número de amigos donde te puedes quedar y me dices a mí?

  - Déjame explicarte. La idea era quedarme con mi tía Carmela en algún hotel pero ella dice que se quedará en la cabaña de Leonel.

  - Ahí, está. Puedes ir con ella. Esa cabaña es como una segunda casa para ti.

  - Sabes que no puedo. Debo estar todos los días en la oficina. El nuevo proyecto no lo puedo dejar así al aire. La cabaña queda demasiado lejos y por más que quisiera llegar todos los días acá  me resultaría casi imposible.

  - Y ¿Con algún amigo?
 
María estaba dispuesta a encontrar cualquier otra opción.

  - Solo Arturo, pero esta semana regresa su mamá del extranjero y no creo que veas bien que yo esté incomodandolos el único tiempo en el que ellos pueden estar juntos.

María tomó aire y lo miró sin expresión alguna.

  -Y ¿Qué me dices de un hotel?

  - En realidad, que iluso fui. Creí que con cinco años era suficiente para por lo menos olvidar un poco. Veo que buscarás todas las opciones habidas y por haber para evadir que este aquí por un poco de tiempo -Esteban bajó la cabeza un poco avergonzado y se levantó. -Igual, gracias por escucharme. Que tengas una buena noche. - Se dirigió a la salida pero justo antes de intentar abrir la puerta, escuchó la voz de María.

  -Espera, Esteban. No pienses eso. No quise hacerte sentir mal. Es que...Comprende. Me tomaste por sorpresa. -Le sonrió, tomó una bocanada de aire y le dijo- Puedes quedarte, Esteban. El tiempo que necesites.

Esteban de impulso y por la emoción del momento la sostuvo por la cintura y le dio vueltas. La besó una y otra vez en la mejilla y ella solo atinaba a sonreir viéndolo tan eufórico.

  -Ya, Esteban, estás loco. Ya parale.-Rió al verlo rojo de la vergüenza después.- Que tengas una buena noche. Ah, y antes de venir a quedarte solo me avisas.

  - Disculpa, se me fueron los estribos. Se me vuelan los sentidos cuando te tengo cerca. -La miró tiernamente y acarició con el pulgar la mejilla de ella. -Gracias por todo.

  -Se te hará tarde. -Dijo vuelta un manojo de nervios.

Cerró la puerta y se dejó caer sobre ella. ¡Había aceptado! Esteban estaría bajo el mismo techo que ella por unos días. Estarían "juntos" de nuevo.

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Esteban llegó a la mansión cantando "me volvería a enamorar" muy alegremente, lo que llamó la atención de su tía al verlo con una felicidad que hace mucho no percibía en él.

  - ¿Te ganaste la lotería? ¿Te darán gratis un paseo por el mundo? O que onda, Estebancito? -Dijo Carmela al verlo entrar por la puerta.

  -Nada. Simplemente soy feliz. Muy feliz. -Agarró las manos de su tía y le dijo: - Ya tengo donde quedarme, tía.

  - ¿Y ese es el motivo de tanta alegría? De cuando acá te emociona quedarte en un hotel. -Insistía en broma.

  - Ahí el punto. Que no me quedaré en un hotel, me quedaré donde María.

  - Cállate. En serio mijito? ¿María, la María que estoy pensando? La Mary chula? -No podía creer la hazaña de su sobrino.

  - Esa misma María. -Alzó las cejas en un movimiento divertido.

  - ¿Qué andas tramando, Esteban? María no merece que juegues con ella.

Ver a su tía seria era algo poco común y ahora lo estaba.

  - Y ¿Quien dijo que yo quiero jugar con ella? No hay algo para mí más serio que María.

Sin decir más se levantó y entró al estudio. 

Se sentó en la silla detrás del gran escritorio y sacó de uno de los cajones algo que por ningún motivo había dejado en el olvido:  Una chalina negra que le regaló a María cuando salieron en su luna de miel. Una chalina que a pesar de los años aún conservaba su olor o tal vez él de tanto fantasearla lo imaginaba. Una chalina que aguardaba por su dueña, así como él en secreto, aguardaba por María.

  - Juntos, de nuevo juntos. -Dijo aferrado a la chalina negra como si su vida dependiera de ella.

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Ya las vi suspirando igual que Esteban al recordar la chalina de "María" JAJAJA 😂😂😂
Si les gustó me pueden regalar una 🌟?  También estaría encantada con sus comentarios. 😍😍😍😍 JJ
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Ruffosandoval ♡

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