Esperando por TiRefugio apenas se levantaba, preparó desayuno y luego decidió ducharse, se vistió con ropa cómoda y bajó a desayunar. Sintió un leve dolor en el pecho pero prefirió no darle importancia ya que solían ser comunes.
Sirvió su café y el timbre sonó, se imaginaba quien era. Para ella, una muy agradable visita.
- Sabía que eras tú. Que bueno verte por acá. -Abrazó al hombre que estaba parado en la puerta con una gran sonrisa.
- No había podido venir en estos días. Te extrañé mucho.
- Y yo a ti. Me parece un gesto muy lindo el que siempre vengas a visitarme a pesar de que ya no nos una ningún lazo.
El apuesto hombre entró con confianza al departamento y le respondió.
- Te equivocas. Que ya no seamos yerno-suegra no quiere decir que no nos una ningún lazo. Nos une el cariño y eso es mucho más fuerte. Eres como una madre para mí, Refugio.
- Me vas hacer llorar hombre. -Se secó unas lágrimas imaginarias y él carcajeó.
- ¿Cómo va tu corazón? -Se sentaron a la mesa y Refugio colocó galletas y café para él.
- Ya te pareces a María. - A él le brillaron los ojos de solo escuchar su nombre. -Siempre preguntando por ese martirio.
-Es que me preocupa tu salud. Quiero que estés totalmente bien.
- Pero se pasan de cuidadosos conmigo. -Le sonrió. -Va muy bien, leves dolores, pero todo bajo control.
- ¿Sabes? Ya tengo donde quedarme mientras hacen las remodelaciones en la mansión.
- ¿Tan rápido? ¿Carmela se quedará contigo en un mismo lugar o se irá con una de sus amigas?
- No. Se quedará en la cabaña de Leonel. Y yo como sabes, no puedo estar allá. Yo me quedaré donde...Donde María.
La morena de ojos verdes abrió los ojos como platos y movía su cabeza de derecha a izquierda, negando.
-No te creo nada, Esteban. -Se sentó a la mesa junto a él y sacó un poco más de café para ella.
- Te estoy diciendo la verdad. Bueno, casi me rindo. Es que le pedí hasta el cansancio que me dejara quedarme ahí y se negaba rotundamente buscando otras opciones. Yo me quedé tan apenado que simplemente me despedí dispuesto a salir y ...
- Y fue ahí donde ella te dijo que sí. Que te podías quedar. -Sonrió de lado. -Ahí está ella pintada.
Refugio iba a seguir hablando cuando de pronto tuvo una fuerte punzada en el pecho.
- Me duele mucho. -Gimió adolorida colocando la mano derecha en el pecho.
- ¿Que te pasa? -Esteban se asustó y se paró de golpe a su lado.
- Siento un fuerte dolor en el pecho. Se me está dificultando respirar. Por favor llama a María. -Refugio trato de seguir hablando pero no pudo. Sentía como si su corazón quisiera salirse de su pecho.
- Tranquila tranquila. Ya iremos a un medido. No tengo el numero de María.
Refugio solo pudo señalar su bolsa, él la revisó y allí encontró su teléfono. Trató de llamar a María pero Refugio se quejaba más y la comenzaba a ver sudar de forma excesiva. Entonces decidió llevarla urgente a un hospital. Apenas pudiera llamaría a María.
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.María tenía los audífonos puestos, escuchando en su Mp4 algún tema muy movido puesto que no paraba de bailar mientras tarareaba y sacudía el polvo de algunos adornos.
Su celular sonaba insistente y por ello decidió contestar. Se limpió las manos en un trapito que tenía cerca y atendió:
- ¿Bueno?
- María tienes que venir acá al hospital. -Se escuchó del otro lado una voz agitada y poco inteligible.
- Casi no se te entiende, Esteban. Calmate y me explicas. - Conoció su voz de inmediato. Le respondió pausadamente sin siquiera imaginar la gravedad del asunto.
- Estaba donde tu mamá, estábamos hablando normal cuando de pronto se comenzó a quejar de un dolor en el pecho.
María empezaba a entender y ya tenía todos los nervios de punta.
- No podía respirar bien, verdad?
- Si. Dijo que respiraba con mucha dificultad. María tienes que venir.- Claro que sí. De inmediato. Por favor, mándame la dirección en un texto. Voy para allá.
Estaba en extremo preocupada, dejó en la sala todo tirado y en tiempo récord se cambió.
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.Por fortuna había un hospital muy cerca del departamento de Refugio, por eso en pocos minutos habían llegado. Algo de suma importancia en un caso como este.
Esteban estaba sentado esperando alguna información de Refugio, la quería mucho y su salud le importaba como le importaría la de cualquier familiar. Se notaba cansado pues ya tenía más de una hora esperando por algún resultado.
Vio a María de lejos caminando muy rápido, venía con muy poco maquillaje, un jean negro una blusa roja de manga corta y una bolsa negra traía lentes y parecía estarlo buscando, cuando miró en dirección a él se quitó los lentes y siguió camino hacia él.
- Esteban, como está mi mamá? -Preguntó preocupada y en un hilo de voz.
- Aún no hay ninguna novedad. Desde que la entraron no han dicho nada. -Se levantó de la silla y la tomó de las manos- Yo no me he movido de aquí esperando un resultado.
María se recostó en su pecho y él la envolvió en un abrazo que la hizo sentir en paz a pesar de estar tan desesperada.
- Muchas gracias, Esteban. Gracias por siempre estar al pendiente de mamá. -Levantó la cabeza para mirarlo a los ojos.
- Siempre estaré al pendiente de ella. La quiero mucho y también lo hago...Lo hago por ti. Sé que no soportarías que a ella le pasara algo y yo no sé donde quedaría al verte mal. -Besó su frente y María se volvió a recostar en su pecho.
Sabía que lo que hacía era jugar con fuego, algo peligroso. Pero ¿Qué podía hacer? En él encontraba tranquilidad y eso era exactamente lo que ella requería en ese momento.
-Vamos a sentarnos acá. -La tomó de la mano y señaló la silla al lado de la que él estaba sentado.
María se sentó y apuntó a mirar hacia la nada. Su mamá tenía que mejorar o ella quedaría totalmente rota.
- Esteban yo no sé qué haría si a mamá le pasa algo. Ella lo es todo para mí. -Lo miró y a Esteban se le encogió el corazón cuando vio sus ojos húmedos.
- No le pasará nada, Mary. Ella es fuerte, va a superar esta, ya verás que sí. -Le sonrió y María sintió mariposas en el estómago.
- No sé que tienen tus palabras que me tranquilizan. -Botó cierta cantidad de aire como si así se liberara de todas sus preocupaciones.
Esteban la abrazó una vez más.
"Mi apoyo siguen siendo sus brazos" dijo ella mentalmente al sentir sus brazos acobijarla nuevamente.- Quieres que busque un café, un té...Algo para ti? -Le preguntó Esteban rato después.
- No. En realidad no creo que me pase nada con esta preocupación que tengo. Ya van tres horas y no han dicho nada.
- Familiares de Refugio Acuña? -Dijo con voz cansada una doctora alrededor de unos cuarenta o cuarenta y cinco años.
Ambos se pararon como resorte al escucharla.
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Bueno bueno, por aquí comienza la cosa entre estos picarones... 😷😷😷
❤Gracias por leer, guapitas.
No olviden mi 🌟 y su comentario si gustan.
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RuffoSandoval ♡
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Esperando Por Ti
FanficEl matrimonio San Román iba a cumplir siete años de matrimonio en total felicidad, pero Esteban cayó en las redes de su asistente, Ana Rosa, justo un mes antes de su aniversario. . . . María y Esteban vuelven a verse luego de cinco años. Esa cercaní...