Living With Children [Jongkey]

Capitulo II

-¿Falta mucho?- preguntó la pequeña desde el asiento trasero completamente emocionada.

Kibum sonrió al escucharla.

-Hace tres minutos que preguntaste lo mismo, tranquila nena, casi llegamos-

Jia asintió ante lo dicho por su padre mayor y volvió una vez más su vista a la ventana moviendo sus piecitos para evitar seguirse desesperando... De verdad quería llegar.

Yesung se removió incómodo en su asiento para niños, odiaba esa silla.

-Papi Bum ¿Hasta cuando tendré que usar esto?- preguntó con un puchero marcando su inconformidad.

-Hasta que cumplas quince años- respondió el mencionado sin siquiera  mirarlo.

Yesung asintió aún inconforme, no sabía cuanto faltaba para que cumpliera quince años, pero esperaba que no fuera mucho.

-¡Ja! ¿Quién es el bebé ahora?-

El pequeño frunció el ceño y miró a su padre menor en busca de defensa.

-Papi ¿Ves?, Appa me está molestando otra vez-

Kibum rodó los ojos.

Presentía que aquellas peleas infantiles iban a permanecer por el resto de su vida.

De solo pensarlo ya le salían canas verdes.

-Solo les advierto una cosa- dijo con voz severa, haciendo que todos en el auto callaran -Quiero que todos se comporten, y cuando digo todos... es todos- concluyó esta vez mirando fijamente a la persona que conducía.

Jonghyun que había captado la indirecta, decidió hacerse el desentendido.

-Ya oyeron niñas lindas y malcriados llorones, tienen que portarse bien-

-¡Papi Bum, me sigue molestando!-

Kibum cerró los ojos y pegó su cabeza a la ventana del auto, deseando que algun día se le presentara la oportunidad de enviar a esos tres mocosos por un par de años a Rusia, muy lejos de él.

Bueno, quizás podría quedarse con Jia.

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No es como que Mcdonals fuera un sitio en el que la gente diga "Wao, que lujo" pero no importa donde vayas siempre tienes que demostrar modales.

Y eso era justamente de lo que la familia de Kibum carecía.

-Cuando entremos, no corran- dijo antes de abrir la puerta.

Y al parecer sus hijos entendieron: "Cuando entremos hagan todo el ruido que puedan y corran como nunca"

Porque eso fue justamente lo que hicieron.

Kibum bajó el rostro avergonzado cuando todas las miradas se posaron en ellos... mientras que Jonghyun a su lado, solo reía al ver su frustración.

-Dejalos, solo se emocionaron por los juegos- dijo el mayor intentando reconfortar a su pareja.

Kibum asintió y entrelazó su mano con la contraria para ir a ordenar su comida y que todos los comensales dejaran de prestarles atención.

A ese punto, solo se oía la risa de los niños desde el área de juegos.

Una vez que terminaron de ordenar, buscaron una mesa en la cual sentarse y que estuviera cerca de los niños pero antes de llegar a esta,  Jonghyun se detuvo de repente haciendo que Kibum, al tener sus manos entrelazadas, también se detuviera.

-¿Por qué te detienes?- preguntó cuando se volvió hacia su esposo y se dio cuenta que este miraba un punto fijo.

Volteó su mirada hacia donde miraba el mayor y por alguna razón, no se sorprendió con lo que encontró.

A un par de metros se encontraba lo que hacía famoso a Mcdonals entre los niños.

El pozo de bolas de colores.

Frunció el ceño a punto de prohibirselo rotundamente a su esposo, pero entonces lo observó bien y... Su corazón se estrujó cuando vió como Jonghyun miraba con anhelo el colorido lugar.

Tan adorable.

¿Como se supone que iba a negarselo si los ojos le brillaban así?

Y contra todas sus políticas, lo dijo.

-Ve-.

Jonghyun salió de su mundo y se dirigió una vez más a su Bummie, confuso -¿D-disculpa?-.

Kibum bufó.

-Que vayas-

Jonghyun negó rapidamente -No, claro que no, tengo que...-

-Cariño, te mueres por ir, solo ve- le dijo mientras tomaba su celular y su billetera del bolsillo de su pantalón  para que no los fuera a perder en aquel pozo. Una vez que los tuvo en las manos, le sonrió y le dio un diminuto beso en los labios -Listo, ahora ve antes de que me arrepienta-.

Jonghyun esbozó una sonrisa dejando otro pequeño beso en los labios de su esposo -Te amo, Bummie- y en menos de un minuto el mayor ya estaba sumergido en aquel pozo de colores jugando infantilmemte con sus hijos, quienes también estaban allí.

Algunos de los comensales los miraban con sonrisas ante tal tierna escena, otros hacían caras desagradables por la inmadurez del hombre.

Pero a Kibum ya no le importaba.

Con una sonrisa tomó el celular de su pareja y apuntó hacia la colorida piscina.

-Vamos, sonrían a la cámara-

Jonghyun asintió feliz y cargó a sus dos hijos, uno en cada brazo, quienes tan pronto oyeron a su padre menor, dejaron mostrar sus pequeños dientes.

-Digan "Queso"-

-¡Queso!- y el distintivo sonido de la cámara se dejó escuchar, dejando en claro que la foto ya había sido tomada.

Tan pronto bajó el celular, los tres niños volvieron a jugar, lanzándose las pelotas entre ellos.

Mientras Kibum aún veía la nueva foto con sonrisa satisfactoria en sus labios.

No podía esperar a enmarcarla.

Se vería hermosa en su repisa de recuerdos.